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Crítica:'EL CABALLERO ADVERSE'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Exóticas aventuras

Muerto en fecha reciente -y puntualmente homenajeado por Televisión Española con la emisión de uno de sus títulos de mayor fama, El puente de Waterloo-, Mervyn LeRoy vuelve a aparecer hoy en la pequeña pantalla con un lejano producto de exóticas aventuras en blanco y negro, El caballero Adverse (Anthony Adverse, 1936).Se trata de una romántica epopeya de amores y espadas enclavada en el pasado siglo y dotada -lo cual constituye su principal valor- de un espectacular reparto: Frederic March (emperifollado hasta las cejas), Olivia de Havilland jovencísima, tres años más cría que su célebre Melanie de Lo que el viento se llevó), Edmund Gwenn, Claude Rains, Anita Louise, Louis Hayward y Gale Sondergaard (una memorable actriz secundaria que por esta interpretación ganaría precisamente un oscar de la Academia de Hollywood). La película, basada en un éxito de ventas de Hervey Allen -traducido a 20 idiomas- y excelentemente musicalizada por Erich Wolfgang Korngold -el mismo de Robin de los bosques-, tiene una duración de casi dos horas -sin contar la publicidad habitual en este espacio, 113 minutos-, y acaso eso lastre su ritmo. De todas maneras, el largometraje lleva mucho tiempo sin asomar por aquí y merece echarle un vistazo.

El caballero Adverse se emite esta tarde en Primera sesión, a las 16.00, en TVE1.

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