El PSOE quiere que una empresa privada vigile la zona de ampliación de la ORA
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid propondrá a la oposición la adjudicación de la vigilancia de la zona de ampliación de la ORA a una empresa privada que, además de disponer de una plantilla de controladores, se ocupe de la colocación y mantenimiento de unas máquinas expendedoras de boletos de aparcamiento. La validez de estos boletos estaría en función del dinero que se introdujera en la máquina, y no tendría, como hasta ahora, que limitarse a un tiempo fijo. Asimismo se contempla la posibilidad de que aquellos que sean multados por superar el tiempo permitido puedan comprar un boleto especial que anularía la sanción.
La propuesta del equipo de gobierno, que será planteada en la próxima comisión informativa de Circulación por el concejal del área, Valentín Medel, contempla la ampliación de la zona afectada por la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA) y la adjudicación de su control a una empresa privada.La ampliación ya fue anunciada la semana pasada, y supondrá, de ser aprobada, un aumento del 40% en el número de plazas de aparcamiento controladas, al pasar de 50.000 a 71.000. En total se propondrá la ampliación de la ORA a cuatro nuevas zonas: la comprendida por la calle de José Abascal, el paseo de la Castellana, la plaza de Castilla y la calle de Bravo Murillo; la limitada por la avenida de la Reina Victoria, la avenida del Valle, la calle de Isaac Peral, la plaza de Cristo Rey y la calle de Cea Bermúdez; la referida a la plaza de las Vistillas, y el triángulo comprendido por la avenida de Menéndez Pelayo, la de la Ciudad de Barcelona y el paseo de la Reina Cristina.
Respecto al sistema elegido para la vigilancia de esta gran zona, el equipo socialista propondrá a la oposición que la vigilancia y el control sean encargados a una empresa privada mediante concurso. Ello impedirá que la citada ampliación de la ORA se aplique a partir del 1 de enero de 1988, pues la aprobación del pliego de condiciones, la convocatoria y la adjudicación del citado concurso supondrán al menos tres meses de trámites, siempre que el concurso no quede desierto.
La actividad de esta empresa, según los técnicos consultados, no se limitaría a la vigilancia de la zona, en la que tendrían que trabajar entre 150 y 200 controladores si se aplican los baremos actuales, sino que también debería encargarse de la Instalación y mantenimiento de un número, aún indeterminado, de máquinas expendedoras de boletos. La idea municipal es que estas máquinas estén situadas a una distancia no superior a los 100 metros de una plaza de aparcamiento.
Período variable
En ellas, el usuario tendría que meter monedas -se estudia poner algún tope mínimo- y adquirir así una tarjeta en la que figure la hora exacta en la que termina su validez. Esta tarjeta no tendría que ser perforada, y debería ser puesta dentro del vehículo.Una de las ventajas de este sistema es que se deja al usuario elegir el tiempo que quiere tener estacionado su vehículo sin tener que limitarse, como ocurre ahora, a un período fijo de media hora, una hora u hora y media. Estas máquinas facilitan asimismo una información precisa sobre ocupación por zonas y movilidad de los vehículos.
Con vistas a la discusión de esta propuesta, los técnicos municipales estudian también la creación de un boleto especial, con un valor de 200 o 300 pesetas, que el usuario multado por superar el tiempo fijado podría comprar. Su entrega al controlador evitaría que la sanción fuera firme.
Otro de los temas aún en estudio es el sistema que habrá que fijar con la empresa concesionaria para que el Ayuntamiento pueda cobrar bien una cantidad fija o un porcentaje sobre la recaudación obtenida por la venta de tarjetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.