Antonio Castro Zafra

Antonio Castro Zafra es teólogo, historiador y periodista; está casado, vive en Madrid y tiene tres hijas. Antes fue sacerdote, formó parte de la oficina de información del Concilio Vaticano II en Roma, se doctoró en Historia de la Iglesia en la universidad gregoriana y tuvo acceso a documentos cerrados a cal y canto para los laicos. De aquellas fuentes privilegiadas de información y de su curiosidad investigadora ha salido la más completa historia sobre el poder terrenal de la Iglesia, su manejo y sus abusos, titulada Los círculos del poder-Apparat Vaticano y publicada por la Editorial Popular.

El hecho de haber nacido en el seno de una familia republicana -en Málaga, hace 69 años condicionó su ingreso en el seminario cuando era niño. La guerra los dejó sin medios, y al perder la beca por sacar un aprobado en matemáticas en lugar de un notable, no tuvo otra vía para cursar estudios que la eclesiástica. Tres años después de abandonar el seminario, ya ordenado sacerdote, fue trasladado a Roma, a la oficina de información del Concilio Vaticano 11. Su estancia en el centro neurálgico de la Iglesia católica le resultó muy útil para practicar sus dos profesiones: el periodismo, como colaborador de L'Osservatore Romano, y la investigación histórica, centrada en las tripas del Vaticano.También fue entonces cuando tomó la decisión de colgar los hábitos e integrarse en la vida civil. "No hubo ninguna razón especial", recuerda, "sólo que no me iba todo aquello, no me gustaba. Ya entré en el seminario forzado, y en mi expediente figura que siempre tuve dudas. Lo que pasa es que me decían que eran tentaciones pasajeras del demonio, y que debía resistir. Resistí y canté misa convencido de que era lo que debía hacer, hasta ese punto te comen el coco, pero al poco tiempo me volvieron otra vez las dudas, y lo dejé". Fue una decisión dificil, añade, porque en aquellos tiempos no era como ahora. Vivía como si tuviera un estigma". Dos años duró su secularización, y al poco de regresar a España le ofrecieron trabajo de corresponsal en Londres; se casó con su novia y se marcharon a vivir a la capital británica. Desde que regresó a España ha trabajado de manera directa o indirecta en el periodismo; ha tenido tres hijas y ha disfrutado de una vida familiar "tranquila y agradable". Dice, en resumidas cuentas, que la vida le ha dado "lo que puede dar", y está contento por ello.

Su obra, Los círculos del poder, es el resultado de 12 años de investigación, rigor y objetividad. No se trata de una historia de los papas, aunque inevitablemente se hable de ellos, ni es una historia de la Iglesia. Es un informe sobre el poder religioso, su influencia y poderío económico. La idea del libro nació cuando Castro leyó la versión íntegra de las memorias de Pío II, las comparó con la versión autorizada y se quedó asustado. Tanto que las microfilmó por si no las volvía a ver. A partir de ahí buscó y rebuscó en archivos y bibliotecas hasta formarse una idea bastante completa de lo que ha significado el poder dentro de la Iglesia católica, un retrato en el que los protagonistas no salen bien parados. No obstante, Castro insiste en que no es una obra escrita desde el resentimiento, sino "desde la curiosidad. Lo que pasa es que el poder siempre corrompe, y la Iglesia no ha sido una excepción. Los temas que rodean el poder son siempre los más vidriosos, eso es inevitable, pero los hechos están ahí y forman parte de la historia".