_
_
_
_
_

El Sindicato socialista UIL pide al Gobierno italiano que regule la huelga por ley

Juan Arias

Uno de los tres grandes sindicatos italianos, la Unión Italiana de Trabajadores (UIL), que afilia a socialistas y republicanos, ha pedido por primera vez la reglamentación, por ley, de las huelgas en este país. La central comunista, CGIL, y la democristiana, CISL, ya han expresado su oposción al proyecto.La UIL, que es uno de los sindicatos más jóvenes y agresivos -cuyo secretario general, Giorgio Boenvenuto, es socialista-, ha llegado a amenazar con recoger firmas para promover un referéndum popular a favor de la reglamentación obligatoria de las huellas, tanto en el campo de la indusitria y el comercio como en el estatal, si el Gobierno no se mueve.

La respuesta del presidente del Gobierno, el democristiano Giovinni Goria, ha sido inmediata y ha enviado una carta personal a todos y cada uno de los ministros pidiéndoles su parecer sobre el problema antes de tomar cartas en el asunto.

EI problema se había agravado últimamente, cuando los sindicatm llamados autónomos, es decir, que no pertenecen a las tres grandes organizaciones sindicales italianas -CGIL, CISL y UIL-, habían paralizado prácticamente todos los transportes públicos: trenes, aviones, autobuses y metro.

Servicios públicos

En su carta a los ministros, el presidente Goria insiste en dos puntos: no ha servido para nada hasta aquí la autorreglamentación a la que se habían comprometido los sindicatos en materia de huelga, y, al mismo tiempo, no es justo que, en los servicios públicos, los que paguen las consecuencias de las huelgas no sean los empresarios, sino "todos los ciudadanos indiscriminadamente".Los más irritados son los sindicalistas de CGIL, en su mayoría comunistas, y también, aunque en forma más débil, los de CISL, en su mayoría democristianos.

El secretario de UIL afirmó ayer ante quienes le atacaban que "libertad de huelga no significa libertad de arbitrio". Y añadió que está cansado de que los ciudadanos, ante las "huelgas salvajes e incontroladas" promovidas por los autónomos, acaben echando el mochuelo a los sindicatos en general.

La reglamentación de las huelgas por ley, según los sindicalistas de UIL, debería aplicarse sobre todo a los "servicios públicos esenciales", como, por ejemplo, transportes, hospedajes, escuelas, correos, limpieza urbana, bomberos, etcétera. Y ha explicado que, desde hace tiempo, en la industria se acepta una cierta autodisciplina en las huelgas. Ahora bien, ha insistido Benvenuto, sería absurdo que se salvaguardaran los derechos de un alto horno que no debe pararse por ningún tipo de huelga y que, sin embargo, no se pueda salvaguardar por ley, por ejemplo, el derecho de un enfermo a ser curado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_