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Un congreso internacional liga la supervivencia del cine a la televisión

El cine no ha muerto, sólo sufre una crisis sectorial; pero, para sobrevivir, debe modificar profundamente sus estructuras de difusión, adaptándose dentro de un sistema de comunicaciones que está cambiando rápidamente. Ésta es la principal conclusión de Eurovisioni, el I Festival Internacional de Cine y Televisión, que se celebra en Roma. El nuevo canal dominante de la exhibición cinematográfica es la propia televisión.

El festival convocó a numerosas televisiones europeas (Channel Four; RAI; EDF, de la RFA; TV-3; Canal Plus, La Sept, de Francia...) y productoras independientes o ligadas a organismos oficiales (Ex Wihilo; Centre Audiovisual Simone de Beauvoir o Arcanal, de Francia; Illumination y After Image, del Reino Unido; Softvideo, de Italia, etcétera), pero faltaban algunas grandes cadenas, como la británica BBC, las francesas TF-1, A-2 y FR-3, o TVE.La selección ha seguido un "criterio cultural", según explicó Enzo Ciarravano, del Centro Cinematográfico Audiovisivo de Lazio (Italia) y uno de los responsables del encuentro. "Hemos llamado preferentemente a aquellas televisiones de tipo más cultural y que trabajan por la renovación del medio. Emisoras que están también atentas al discurso comercial, pero que, por encima de todo, están interesadas en encontrar nuevas fórmulas".

El director general del Ente Autónomo de Gestión del Cine Italiano, Vittorio Giacci, manifestó: "El cine actual no se está preparando para el futuro, sino únicamente para conservar un imposible statu quo. Y para ello ha tenido que construirse a su entorno un aparato ideológico, cultural y sociológico que le pueda defender del asalto de los nuevos medios. Un aparato injustificado e infundado". Giacci recordó unas palabras del cineasta Roberto Rossellini, que calificó de premonitorias y lúcidas: "La televisión ofrece una libertad inmensa. Es necesario aprovecharse de esta libertad".

Canal Plus

Giacci abogó asimismo por la diversificación de la producción para satisfacer una demanda del público cada vez más segmentado y competente. En este mismo sentido se pronunció Rod Stoneman, del canal inglés Channel Four."Estoy de acuerdo con que la cultura de masas sea lo más importante. Hay que dar a las minorías la posibilidad de pronunciarse. Channel Four empezó a emitir en noviembre de 1982 el programa The elevanth hour, que ofrece los más notables y recientes filmes y vídeos de producción independiente". Este espacio, según Stoneman, se inspira más en producciones cinematográficas independientes que en técnicas televisivas.

Catherine Lamour, de Canal Plus, afirmó que la cinematografía francesa vive una situación catastrófica y que la televisión es uno de los sistemas de hacer vivir el cine. Lemour calificó de extraordinario el éxito de Canal Plus, que pasa un mínimo de cuatro películas al día, en especial cine reciente (películas filmadas sólo uno o dos años antes) y 350 películas nuevas al año. Pese a que esta cadena ha sido unánimemente contestada por todas las asociaciones francesas de productores y distribuidores, Lamour aseguró que es la primera financiadora del cine francés, al que dedica el 25% de su presupuesto.

Stefano Munafo, de la RAI, afirmó que más que salvar el cine, lo que la televisión debe hacer es estimular el consumo de cine. "La RAI", dijo, "ha producido cuatro películas por año entre 1980 y 1986, y sólo dos se han exhibido en salas comerciales. ¿Qué sentido tiene producir películas que no lleguen a las salas comerciales?". Con todo, el ponente recordó que la RAI ha promovido nuevos directores de cine.

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