Un espectador muere de una cornada en las restas de Villalbilla

Andrés Pascual Jiménez, de 49 años, murió el domingo a consecuencia de las heridas que le produjo un novillo en la última corrida de la feria de San Miguel, en Villalbilla. Pascual, que según el alcalde se lanzó al ruedo cuando el novillero se disponía a matar al animal, recibió una cornada en el muslo izquierdo, debajo de la ingle, que le seccionó la femoral. La víctima murió en la ambulancia que le trasladaba al ambulatorio de la Seguridad Social de Alcalá de Henares, a escasos kilómetros del lugar de la cogida.

Pascual fue corneado por el último novillo de la tarde, que toreó el novillero Ángel del Campo hacia las 18.30 de la tarde. Los testigos presenciales del hecho difieren en su versión de lo sucedido.Según los amigos del fallecido, éste se encontraba en un burladero de la improvisada plaza de toros. El redondel se había formado aprovechando la plaza del Generalísimo, que había sido cerrada para los festejos con remolques y distintos vallados.

Pascual, según la misma versión, estaba apoyado en la barrera de hierro por la parte del redondel de la plaza, conversando con sus amigos y dando la espalda al toro, cuando el animal ya estaba estoqueado y no existía peligro aparente. "De repente", señala un testigo de la misma versión, "el toro hizo un extraño y fue al bulto del cuerpo de Andrés y antes de que éste pudiera reaccionar, le corneó".

El alcalde de Villalbilla, Jesús García Yebra (independiente), sostiene, por el contrario, que el toro aún no estaba estoqueado cuando debió avistar a Andrés Pascual, dentro del ruedo, y se dirigió hacia él. "El fallecido, en vez de huir en dirección a la barrera, lo hizo hacia el interior de la arena, por lo que el novillo corrió más que él y le alcanzó en la pierna".

Pascual fue introducido en la ambulancia que estaba dispuesta en la plaza del pueblo y trasladado urgentemente a Alcalá de Henares, distante a unos ocho minutos de viaje, donde ingresó ya cadáver en el departamento de urgencias del ambulatorio de la Seguridad Social Virgen del Val.

Según el médico de guardia, Pascual llegó desangrado y aunque se intentó reanimarle, no hubo nada que hacer, siendo trasladado al depósito de cadáveres, pese a la intención de la familia de llevarlo a su domicilio. "Dos horas más tarde de que hubiera muerto, aún sangraba", dijo el médico.

Última de feria

La corrida en que perdió la vida Andrés Pascual era la segunda y última de las ferias de San Miguel en Villalbilla, dándose la circunstancia de que era la primera en mucho años en que se lidiaban novillos y no toros grandes."Para un año que traernos toros pequeños tenemos follón", declaró el alcalde, "está visto que los grandes traen menos problemas, aunque de todas formas yo creo que el fallecido estaba algo alelado, porque reaccionó tarde y mal, y eso que no tenía hijos en los que pensar".

Andrés Pascual fue trasladado ayer a Cáceres, de donde era natural, para ser enterrado allí.