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El camarero despedido por llevar un pendiente pretendía dejar de fumar

El hotel Princesa Plaza consideró su actitud "como un acto de rebeldía"

José Ramón Nieto Baños, de 25 años, camarero del hotel Princesa Plaza de Madrid, fue despedido de su trabajo por llevar un pendiente. El camarero, que sólo pretendía dejar de fumar mediante un sistema de acupuntura, había sido apercibido antes por la empresa con una sanción de 10 días de suspensión de empleo y sueldo. La empresa califica su actitud en la carta de despido "como un acto de rebeldía". La dirección del hotel se niega a comentar el incidente, y el trabajador ha recurrido su despido ante la Magistratura de Trabajo.

A finales del pasado mes de julio José Ramón se propuso dejar de una vez por todas el tabaco. Un anuncio en la Prensa le había sugerido ponerse un pendiente en la oreja izquierda para abandonar el consumo de cigarrillos.El camarero sospechó que el adorno causaría extrañeza entre sus jefes y compañeros -a los que califica de "conservadores y medievales"-, y decidió acudir el primer día al trabajo con una tirita que ocultara el pendiente. Tres días después pensé que el apósito resultaba más chocante que el propio aderezo, y decidió prescindir de la tirita. A los pocos días, y después de escuchar todo tipo de comentarios de sus compañeros, fue requerido por el director del establecimiento, Ángel Pérez Prieto.

José Ramón explicó al director que se trataba de una grapa de oro para abrir el agujero de la oreja, y era un sistema para dejar de fumar, de igual característica que la pulsera que lucía el directivo para atajar el reúma. Le dijo también que la bolita de oro tenía carácter temporal, argumento que pareció satisfacer al empresario, no sin antes exigirle un certificado médico. Después de que toda la cadena de mando desfilara por la cafetería para comprobar lo del pendiente, José Ramón recibió la advertencia de suprimir el adorno si quería conservar su trabajo. Así es que de nuevo volvió a ponerse la tirita, mientras repasaba las normas del hotel en materia de uniformidad: "Comprobé que todo estaba pasado de moda y nadie cumplía lo de llevar guantes blancos o prescindir de relojes y sortijas, así que pensé que si todos incumplían la normativa yo también tenía derecho".

"Despidos por llevar barba"

José Ramón recuerda también que otros empleados de hostelería han sido despedidos por llevar barba o bigote, pero han ganado recursos en Magistratura. La situación llegó a derivar en una suspensión de empleo y sueldo por espacio de diez días. Más tarde, el chico tomó sus vacaciones reglamentarias, tras las cuales regresó al trabajo luciendo en la oreja un pequeño diamante de África del Sur.A partir de ahí se sucedieron las amonestaciones por escrito de la dirección, hasta que una última carta anunciaba el despido por "presentarse al trabajo adornado de un pendiente en su oreja izquierda". La notificación explicaba que, después de haberle solicitado "prescindir de adornos equívocos y ajenos a las normas del hotel, se le despedía ante su actitud de rebeldía".

José Ramón anda ahora metido en procesos judiciales para ser readmitido, aunque casi prefiere no tener que volver por el hotel a cambio de recibir una indemnización que le permita montar un negocio enfrente, que se llamaría Los Pendientes, donde todo el personal luciese este tipo de adorno", asegura.

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El joven despedido insiste en que "no se trata de una cabezonería, sino del derecho legítimo a tener mi propia imagen, un derecho que asiste tanto a hombres como a mujeres".

No obstante, José Ramón sospecha que esta historia, que califica de absurda, ha podido ser una excusa, ya que desde hacía tiempo la empresa veía con malos ojos sus relaciones con una empleada con la que además convive. Lola, la novia de José Ramón, ha abandonado voluntariamente su puesto de trabajo, después de una baja depresiva motivada por las tensiones laborales. Por si no bastara esta rocambolesca historia, que la dirección del hotel se niega a comentar, José Ramón no ha logrado su inicial objetivo de dejar el tabaco: "Con los disgustos que me están dando, cualquiera deja de fumar".

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