Tres albaceas se harán cargo de los bienes heredados por los hijos de 'Paquirri"

El patrimonio del torero Francisco Rivera Pérez, Paquirri, será administrado por tres albaceas nombrados en su testamento, hasta que sus tres hijos, herederos universales, cumplan la mayoría de edad. La herencia quedó definitivamente resuelta en la tarde del jueves, 48 horas antes de que cumpliera el plazo dado por el torero, y antes de que se produjese la intervención judicial en la partición de los bienes. Los tres hijos de Paquirri Francisco de Asís y Antonio Cayetano, habidos en su primer matrimonio con Carmina Ordóñez, y Francisco José, hijo de Isabel Pantoja, recibirán el 85% de la herencia, calculada en unos mil millones de pesetas.

Las dificultades en la determinación del patrimonio del torero, las discrepancias surgidas entre los herederos por la valoración de los bienes, y disputas surgidas entre las tres partes que recibirán la herencia han hecho que casi quedara corto el plazo de tres años -dos más que el mínimo legal- dado por Paquirri en su testamento. La diversidad de estados civiles que el torero mantuvo en vida -soltero, casado con Carmen Ordóñez en regimen de gananciales, divorciado y casado en regimen de separación de bienes con Isabel Pantoja- han motivado que los albaceas testamentarios tuviesen numerosas dificultades para determinar qué bienes correspondían a cada estado civil, y a que surgiesen enfrentamientos entre los beneficiarios de la herencia.Los bienes de los tres hijos del torero, aún menores de edad, serán administrados por tres de los cinco albaceas nombrados por Paquirri en el testamento: Ramón Vila Jiménez, cirujano de la Real Maestranza de Sevilla, Fernando Morán Cabrera y Antonio Escámez Márquez, administrador de la finca La Cantora, propiedad del torero. A la solución final de la partición de los bienes del torero se ha llegado de forma precipitada, y sin contar con el beneplácito de todas las partes, pese a que la firma del acta testamentaria ha sido consensuada por el hecho de que un juicio de testamentaría para la partición hubiera perjudicado a todos.

Tanto Carmina Cayetana Ordóñez, ex mujer de Paquirri y con la que tuvo dos hijos, Francisco de Asís y Antonio Cayetano, como Isabel Pantoja Martín, su viuda y madre de Francisco José, el hijo pequeño del torero, no podrán administrar la herencia de sus respectivos hijos, pues quedará a cargo de los tres albaceas señalados en el testamento, que deberán reunir dos firmas mancomunadas para que sea válido el uso de tal administración, según consta en la sexta cláusula estipulada en el testamento.

Paquirri otorgó testamento el día 30 de abril de 1983, horas antes de contraer matrimonio con la cantante María Isabel Pantoja Martín.

El 45% de la herencia de Paquirri quedará en poder de Isabel Pantoja y su hijo Francisco José. Paquirri otorgó a Isabel, además de la cuota viudal legitimaria, la mitad del usufructo del tercio de libre disposición con carácter vitalicio, lo que supone que Isabel dispondrá del uso y disfrute de la sexta parte del patrimonio de Paquirri aunque contraiga nuevo matrimonio. Los dos hijos de su primer matrimonio, Francisco de Asís y Antonio Cayetano, herederos a partes iguales con Francisco José, recibirán el 40% de la herencia. Por su parte, el padre de Paquirri, Antonio Rivera, y sus tres hermanos Antonio, José y Teresa, recibirán el usufructo vitalicio de una sexta parte de la herencia, así como la nuda propiedad de esa parte, que sólo recibirán cuando Francisco José cumpla 21 años.

A pesar de la intención del torero de dejar lo más atada posible su herencia, quedan asuntos pocos claros. Personas allegadas a Paquirri han mostrado su sorpresa porque éste no incluyese como albacea al que fue su apoderado y hombre de confianza, Juan Carlos Beca Belmonte. Por otro lado, y según los mismos testimonios, Paquirri poseía inversiones en Sudamérica, que no han trascencido durante la partición. Sorprende también que uno de sus albaceas y testigo del testamento, el venezolano Salvador Salvatierra, no acudiera a la firma del acta de testamentaría.