Una etapa de transición

El anunciado establecimiento de la televisión privada en España ha obligado a RTVE a la toma de una serie de medidas destinadas a preparar el medio para la nueva situación. En el caso de TVE, la reforma en estos últimos meses ha pretendido actualizar unos esquemas de programación basados en cambios estacionales, coincidentes con los cuatro trimestres del año, por otra estructura que quiere ahora trazar unas líneas constantes, que fijen un marco de referencia tanto para los programadores, como para los telespectadores.El primer paso ha sido el de aumentar al máximo la capacidad de producción de TVE, abriendo con ello nuevos bloques horarios. La experiencia de Jesús Hermida y su programa Por la mañana ha convencido al equipo directivo de que este tipo de iniciativas pueden ofrecer rentabilidad a corto plazo, tanto de audiencia, como comercial. De cara al futuro inmediato, TVE pretende, a partir de enero, extender sus emisiones a la madrugada de los viernes y los sábados, donde en estos últimos meses se han emitido de manera ocasional largometrajes y retransmisiones deportivas que serían precisamente los contenidos prioritarios de este nuevo bloque.

Todo este tipo de proyectos pueden llevarse a cabo teniendo en cuenta la favorable evolución del mercado publicitario televisivo que, para este año, puede aportar a TVE unos ingresos totales cercanos a los veinte mil millones de pesetas sobre las previsiones iniciales.

Como explica Antonio Abellán, "TVE está en una etapa de transición. No digo que de transición de una televisión pública a otro tipo de televisión, ya que va a seguir siendo pública; sino de una televisión regida con sentido de administración del Estado, a una televisión regida con criterios de competencia y dinamismo. El cambio, que es más o menos sútil, es convertirnos en una empresa que se rija con los criterios de una sociedad anónima de comunicación activa, menos rígida y competitiva, no con esquemas de la economía de mercado, pero sí menos burocráticos".