La Guardia Civil detiene a Ruiz-Mateos en la Seu d'Urgell

El empresario Jose María Ruiz-Mateos, ex propietario de Rumasa, fue detenido ayer a las 21.10 horas por una pareja de la Guardia Civil en un hotel de La Seu d'Urgell (Lérida). Ruiz-Mateos estuvo detenido en el cuartel de la Guardia Civil de La Seu, hasta que el juez titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Lérida ordenó su tralado a Madrid a la una de la madrugada, según informó Efe. El empresario jerezano fue detenido en el restaurante del Motel El Castell, de La Seu. Horas antes, había abandonado el hotel Catalunya Parc de la localidad de Ribes de Freser (Gerona). Ruiz-Mateos se alojó en este último establecimiento hotelero durante la noche del miércoles al jueves. El empresario se trasladó hasta Ribes de Freser con su esposa y tres de sus hijos y abandonó la localidad a las 18.00 horas. Durante su estancia en el valle de Núria, la familia Ruiz-Mateos visitó el monasterio, al que accedieron a través del tren cremallera. Tras pasear por la localidad de Ribes de Freser, Ruiz-Mateos abandonó el hotel Catalunya Parc hacia las seis de la tarde y anunció que iba dirección a Puigcerdà, informa Joan Vall Clara.En la tarde de ayer, el juez de Delitos Monetarios, Rodolfo Soto Vázquez, dictó auto de prisión incondicional contra el ex presidente de Rumasa, quien había anunciado días pasados su decisión de no comparecer mensualmente en el juzgado.

El pasado martes, la familia Ruiz-Mateos fue vista en los almacenes comerciales de Pryca, en Lérida. El empresario jerezano preguntó a una mujer que lo había reconocido dónde estaba el hotel Condes de Urgel, informa Lluis Visa. Ese mismo martes, Ruiz-Mateos telefoneó al programa de Encarna Sánchez, de Radio Popular. El empresario señaló que acababa de visitar el santuario de Torreciudad, del Opus Dei, y que, anteriormente había estado en de Zaragoza.

Ruiz-Mateos afirmó en ese programa que no se escondía de nadie y que iba dejando sufientes pistas para que, si querían, pudiesen localizarle y detenerle. Su hijo Zoilo Ruiz-Mateos ratificó, en unas declaraciones posteriores, la intención de su padre de "no abandonar el territorio español".