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El complejo de Huelva de ERT se ofrecerá a las refinerías españolas antes de estudiarse una opción de Texaco-Rich

El complejo petroquímico que Explosivos Río Tinto (ERT) tiene en La Rábida (Huelva), valorado en libros en unos 40.000 millones de pesetas, será ofrecido para su compra al conjunto del sector petrolero español antes de que se materialicen los contactos en curso para el estudio de una opción multinacional. Tánto Texaco como el grupo Marc Rich habrían mostrado interés al respecto. La oferta al sector, que hasta cierto punto supone el cumplimiento del ejercicio del derecho de tanteo contenido en los acuerdos de formación de la nueva Campsa, coincide con la aceleración de la toma de posiciones en el sector de refino y de la distribución de productos petrolíferos por parte de las empresas internacionales del sector, tanto europeas como estadounidenses.

Según fuentes contrastadas púbilcas y privadas, las otras dos refinerías privadas españolas están manteniendo conversaciones con multinacionales del sector con vistas a la entrada de éstas en su capital social. Juan Herrera, presidente de Petromed, tenía previsto reunirse esta semana con el nuevo representante de Exxon en España, Peter del Valle, después que culminara la pasada semana en Londres una rueda de contactos con altos directivos de British Petroleum.Por su lado, CEPSA ha recuperado sus viejas relaciones con el grupo IPIC de Abu Dhabi y mantiene una línea de comunicación con el ente público venezolano Corpoven, aunque sus preferencias negociadoras se inclinan hacia la norteamericana Mobil. La opción con la Kuwait Invesment Office (KIO) permanece abierta. A su vez, el grupo público Repsol ha enfriado sus contactos con Petróleos Mexicanos (Pemex), si bien no se descarta la enajenación de una de sus, plantas (Escombreras o Tarragona) a una empresa europea. La holandesa Shell ha mantenido contactos al respecto.

El Ministerio de Industria y Energía, que está al tanto de estas iniciativas y que ha informado a varios agentes económicos y sociales de las intenciones vendedoras de los nuevos accionistas de ERT sobre el complejo de Huelva, está estudiando estos días los efectos que puede tener sobre sus planes para la reordenación del sector petrolero la creciente toma de posiciones de las multinacionales. Su postura, en principio, es favorable a la entrada de las empresas extranjeras, siempre que el control permanezca en manos nacionales.

En este sentido, fuentes jurídicas solventes no descartan que el entramado legal construido en terno a Campsa y la distribución de productos petrolíferos pueda experimentar algunos retoques, incluso antes de que termine el plazo teórico de fin de año establecido para finalizar las conversaciones en curso con la Comisión Europea para la liberalización completa del sector petrolero. Los retoques serían necesarios si se acepta el esquema teórico construido en torno a una oferta Texaco y Marc Rich, adquiriendo la primera la participación en Campsa mientras el segundo se queda con el activo de Huelva, de cara a su utilización para el mercado exterior o su posterior enajenación.

Debate en Campsa

La previsible entrada de las multinacionales en el sector español del refino ha sido objeto de un intenso debate entre los socios de Campsa a lo largo de los tres últimos consejos de administración y ejecutivos de la sociedad. La toma de posiciones de la Kuwait Investment Office (KIO) en ERT, a través de la papelera catalana Torras Hostench, ha causado una cierta desazón entre las principales refinerías españolas (Repsol Petróleo-EMP, Petronor, Petromed y CEPSA), cuyos directivos parece que se encuentran a la espera de las iniciativas que la Administración. El lunes próximo está previsto que el consejo de Campsa estudie esta cuestión.Según fuentes solventes, la entrada de KIO en ERT fue asociada a un supuesto acercamiento al Estado de Kuwait para que tomase posiciones en la refinería que esta sociedad tiene en Huelva, bien a través de la propia KIO o por medio de la Kuwait Petroleum Company (KPC), empresa estatal kuwaití con fuertes intereses en el refino y la distribución de productos petrolíferos en varios países comunitarios. Pero, según han comunicado fuentes próximas al KIO a las autoridades industriales y energéticas, ni el grupo inversor kuwaití ni la compañía petrolera tienen intenciones de quedarse con el complejo de Huelva, e íncluso han expresado su deseo de venderlo. Esta posición de los nuevos propietarios de ERT trastrocó los planes iniciales, bendecidos por Industria, de ofrecer la refinería de Huelva a la KPC.

De hecho, fuentes oficiales españolas aseguran que los nuevos propietarios españoles tienen en cartera una oferta concreta de la multinacional norteamericana Texaco para adquirir el complejo petroquímico de Huelva, operación que ha quedado en suspenso en espera de conocerse las intenciones de los socios de Campsa. Bajo el protocolo firmado en 1984 entre el sector y e Industria, y que permitió la creación de la nueva Campsa, los actuales socios se reservaron el derecho de tanteo sobre las acciones de Campsa enajenadas a terceros. La venta de la refinería de Huelva no quedaría cubierta, teóricamente, por este acuerdo (se trata de un cambio de titularidad en la empresa matriz y no en la participada), pero Industria parece ser de la idea de que, en aras de la futura buena convivencia dentro de Campsa, "sería preciso obtener el respaldo a la operación de los actuales socios".

Esta cuestión se hace más evidente a la vista de los deseos de los actuales accionistas de Campsa de buscar partennaires industriales para sus respectivas empresas. El estrechamiento del margen económico que se está produciendo en el negocio refine' roen este año, después del boom provocado por la baja de los precios del crudo del pasado ejercicio, ha reconducido los viejos planes de las refinerías españolas para encontrar socios que garanticen un apoyo y una cobertura internacional.

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