"Va a ser una satisfacción muy grande encontrarme ante las futuras realidades del Madrid" Juanito vuelve hoy al estadio Bernabéu para enfrentarse al Castilla

"Para mí va a ser una satisfacción muy grande encontrarme esta tarde a los jugadores del Castilla, ante las futuras realidades del Real Madrid. A todos, a excepción de los nuevos, los he visto nacer como futbolistas, y los aprecio mucho. Prácticamente me voy a encontrar hijos futbolistas, porque estos chavales, como Aragón, Vílchez, Clemente, Caminero, Lopetegui, los he visto subir desde las escalas inferiores". Así define Juanito, actual jugador del Málaga, malagueño de origen y madridista de siempre, su sensación cuando a partir de las seis de la tarde de hoy vuelva a pisar el Bernabéu.

Cuando Juanito salte hoy al césped del Bernabéu, por el que ha gozado y sufrido durante 10 temporadas, la única diferencia será que el color de su camiseta cambiará del blanco al blanquiazul. Enfrente, como adversarios, tendrá a sus hijos del Castilla.Y no se trata de dos simples palabras para la galería. Juanito regresará al Madrid cuando abandone la práctica activa del fútbol para dedicarse a entrenar en las categorías inferiores madridistas, y ya en su reciente época de jugador ha seguido semana a semana los pasos de las figuras en ciernes del club, con algunos de los cuales guarda una buena amistad. Así, por ejemplo, los dos jugadores de mayor futuro del filial, Aragón y Vílchez, comparten actualmente el piso en el que vivía Juanito hasta hace unos meses.

Juanito reconoce que lleva toda la semana pensando en el encuentro de esta tarde. "Será un momento emocionante, aunque después cada uno tiene que ir a lo suyo". Ante la pregunta de si su corazón estará repartido, señala que "nada". "Estoy con el Málaga, y una cosa no quita la otra. Mi corazón está con el Málaga, y yo tengo que luchar para que gane mi equipo. Antes y después del partido yo seré tan madridista como siempre, pero durante los 90 minutos de juego seré jugador malaguista, de mi equipo, del Málaga, que también lo ha sido de siempre".

Juanito es el líder de este nuevo Málaga, que comenzó arrasando en El Almarjal, en Cartagena, y que, sin embargo, decepcionó a los más de 30.000 aficionados que se dieron cita en La Rosaleda el pasado domingo con la aspiración de ver cómo salía goleado un Lérida que después se llevó un punto.

"Nuestra presentación en La Rosaleda", señala Juanito, "no pudo ser más decepcionante. Creo que ha sido una llamada de alerta ante una situación que no va a ser fácil. La gente cree que esto va a ser un paseo, y no es así. Tenemos que poner los medios para que los partidos en casa no se compliquen, y eso se conseguirá con los entrenamientos. Vamos al Bernabéu con la intención de quitarnos la espina ante el Castilla".

Respecto a la superioridad del Málaga sobre el Castilla, Juanito afirma que es verdad que existe: "De eso a nadie le cabe la duda, lo que ocurre es que hay que demostrarlo en el campo. Si jugamos un partido serio en defensa y nos movemos bien en el contragolpe, podemos ganar perfectamente".

Calle en Fuengirola

Juanito, hombre admirado y querido en Málaga, no cesa de recibir muestras de ese cariño desde que reside de nuevo en la capital costasoleña. Así, por ejemplo, en el próximo pleno municipal, el Ayuntamiento de Fuengirola, localidad en la que nació y en la que reside su familia, aprobará el que una calle de esta ciudad lleve su nombre.

La expedición malaguista ya está en Madrid. Aunque el entrenador, Ladislao Kubala, no quiere adelantar oficialmente la alineación, es seguro que no podrá contar con el defensa Hierro, lesionado, y que el equipo formará con Szendrei; Juanma, Ruiz, Añón, Clemente; Juanito, Canillas, Rivas, Esteban; Husillos y Paquito.

Se trata de un equipo gestado a golpe de talonario, que ha contratado al portero húngaro Josef Szendrei -apodado rápidamente en Málaga como Pepe-, a los ex defensas del Atlético de Madrid Clemente y Ruiz y al ex centrocampista del Barcelona Esteban. Para conjuntar el bloque, la directiva malagueña fichó a Ladislao Kubala, que ya en su época de seleccionador nacional mantuvo buenas relaciones con el propio Juanito, a quien mantuvo varios años en la selección. Sólo hay un objetivo: el ascenso a Primera División o el fracaso.