Un joven, grave al recibir una puñalada cuando asistía a un concierto de 'heavy-rock' en Alcorcón

Francisco Arenas Sánchez, de 18 años, resultó herido de pronóstico grave tras la agresión por arma blanca que sufrió en el transcurso de una pelea durante un concierto de heavy-rock celebrado la madrugada de ayer en el campo de fútbol Santo Domingo, de Alcorcón. El concierto fue suspendido en mitad de la actuación de Barricada, después de que sus componentes huyeran al recibir uno de ellos el impacto de un bote. Por otra parte, la policía intervino para dispersar a uno 500 jóvenes concentrados en los alrededores del recinto.

Francisco Arenas, vecino de Móstoles, fue ingresado en el hospital general de esta localidad con una herida penetrante en la cara anterior del hemitórax derecho y otra en el glúteo del mismo lado, según el parte médico. Ayer se encontraba en observación y hoy podría ser dado de alta.Este incidente, que pasó prácticamente inadvertido para las 1.500 personas que presenciaban el concierto, se produjo durante la actuación del primero de los tres grupos que participan en un festival heavy-rock con motivo de las fiestas de Alcorcón. Arenas se dirigió por su propio pie a las taquillas del campo para que le auxiliaran. El agresor no ha sido localizado.

Cuando le llegó el turno a Barricada, el tercer grupo del cartel, varios jóvenes saltaron las vallas de seguridad y se colocaron en el escenario. Tras 20 minutos de actuación, los espectadores que permanecieron en su sitio y que no podían ver al grupo comenzaron a lanzar objetos sobre el escenario para indicar de esa forma su protesta. Los músicos, una vez que uno de ellos recibió el impacto de un golpe, salieron del escenario, abandonando los instrumentos y negándose a volver a tocar.

Piedras contra la policía

En ese momento los organizadores optaron por la suspensión del festival. Quinientos "provocadores", según fuentes policiales, que se concentraron a la salida del recinto, apedrearon a las fuerzas policiales, que tuvieron que cargar para dispersar a los concentrados. En los enfrentamientos resultaron heridos una joven de 16 años y un policía que recibió una pedrada en la nariz.

Para el concejal de Cultura, Miguel Arranz, unos de los responsables de la suspensión del concierto fueron los miembros del grupo Barricada, "a los que se les fue la situación de las manos cuando, dado su liderazgo sobre los jóvenes, la podían haber dominado desde el escenario".

Acabado el concierto, gran parte de los asistentes se repartió por diversas plazas y jardines de Alcorcón. Muchos de ellos, residentes en Madrid, optaron por quedarse a dormir en la localidad, dado lo avanzado de la noche y las pocas alternativas de transporte. Un grupo de jóvenes eligió para ello el interior de un autocar, en el que fueron sorprendidos por su conductor sobre las 3.30. Los jóvenes le obligaron entonces a llevarles a Madrid.

En el maletero

Cuando circulaban todavía por Alcorcón, el conductor descubrió a una patrulla de la Policía Municipal a la que hizo señales con los faros y el claxon para alertarles del secuestro. Cuando la patrulla se dirigía al autocar, dos de los jóvenes salieron corriendo del maletero derecho, lugar que habían elegido para hacer el trayecto.

La policía consiguió detenerles tras una corta carrera, aunque no pudo localizar al resto.