Mucho por recorrer
Colocado ante el umbral de la Liga, Gil tiene que reconocer que le falta mucho camino por andar. Su ilusión básica era reactivar el ambiente en torno a un club mortecino. Con sus fichajes y su presencia en la primera línea de la popularidad, esperaba vender 45.000 nuevos abonos. A la hora de la verdad, empieza la Liga con menos de 20.000, lo que supone un incremento significativo sobre los que el club tenía el año pasado, pero se queda muy lejos del objetivo. Al forzar los precios de las entradas tampoco ha provocado una afluencia de abonados, ni mucho menos. Los últimos días ha habido un lento goteo, que puede seguir mientras dure el regreso de las vacaciones. Pero raro será que alcance los 25.000.El precio descomunal de las entradas -3.000 la más barata- va a alejar, además, del Manzanares, a una clientela rotatoria, la de los forasteros, que se acercan al Bernabéu o al Manzanares sólo una vez al año, cuando los visita su equipo. Y aleja también a los aficionados inconstantes, que van al fútbol sólo de cuando en cuando. El aspecto del Manzanares será hoy desolador.
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