'Suquet' socialista en la Costa Brava
Maragall, protagonista de la cena organizada por la diputada Anna Balletbó en Platja d'Aro
La fiesta socialista celebrada el jueves por la noche en el hotel Costa Brava de Platja d'Aro -un establecimiento familiar, de principios de siglo, situado frente al mar y que ha sido restaurado por el empresario Jordi Comas- echó el cierre a las vacaciones de una parte importante de la clase política catalana, que hace sus maletas este Fin de semana. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, muy relajado, pero con ganas de hablar sólo de sus vuelos en ultraligero, fue al centro de la reunión. Maragall estará el próximo miércoles en su sillón de la alcaldía, donde reconoce que le espera un inicio de curso especialmente duro.
El suquet de pescado de la familia socialista tiene su animadora, desde que inició su andadura hace cinco años, en la diputada Anna Balletbó, quien este año ha delegado funciones organizativas a causa de una pequeña intervención en el oído que le ha trastocado sus vacaciones. Sin embargo, la cena estuvo más concurrida que en anteriores ocasiones, con más de 70 comensales, en su mayoría dirigentes socialistas que pasan sus vacaciones en la Costa Brava.Allí estaban, además de Maragall, el senador Cesáreo Rodríguez Aguilera; el secretario general de Presupuestos, Rafael de la Cruz; el ex alcalde de Barcelona Josep Marla Socias Humbert; el gobernador gerundense Pere Navarro; varios concejales barceloneses -Ramón Martínez Fraile, Francesc Raventós, Mercè Sala, Guerau Ruiz Pena-; las alcaldesas de Mollet y Parets, Montserrat Tura y Rosa Maria Garriga, etcétera.
Hay quien dice que el Empordá, cuyo litoral conforma la Costa Brava, se ha convertido en una calle más de Barcelona. Lo cierto es que políticos e intelectuales se refugian y se reencuentran a poco más de 100 kilómetros de la capital catalana en los períodos vacacionales. Cualquier excusa es buena para sentarse a la mesa y digerir los pescados y mariscos caldosos que conforman el suquet, que indefectibleraente se remata con un cremat de ron y caña, en medio de las tradicionales havaneres. Si hace unos días fue el ex senador y director cinematográfico Pere Portabella quien reunía al personal, anteanoche fue Anna Balletbó la que ofició de maestra de ceremonias. Ambas cenas se han convertido en dos clásicos del verano.
El secretario general de Presupuestos Rafael de la Cruz, que fue presentado por Anna Balletbó, como "ese señor que maneje, 12 billones de pesetas", recordó antes del condumio que, de alguna manera, Josep Subirats, "el catalán que ocupa el cargo de mayor responsabilidad en un organismo comunitario", (Subirats es miembro del Tribunal de Cuentas de la CE y lleva las cuentas del IVA) y él asumían una cierta paternidad de esos encuentros veraniegos, que nacieron "como solución de continuidad de las cenas de los altos cargos catalanes en Madrid", una vez se produjo la victoria del PSOE en 1982.
Entre los comensales existía preocupación por la respuesta del Gobierno a las declaraciones de Maragall sobre la necesidad de introducir cambios en el Ejecutivo cuando Barcelona está pendiente de recibir 180.000 millones de pesetas entre diversas partidas para finalizar los cinturones y las obras olímpicas. Se respiraba también expectación ante el comienzo el curso político, en el que la cita más relevante en Cataluña serán las elecciones autonómicas de la primavera. Aunque sin confirmación oficial, se, comentaba también que Carles Ponsa, ex director del puerto de Barcelona, destituido por discrepar de la política portuaria de la Administración, está pensando si acepta o no el ofrecimiento de Maragall de que coordine el urbanismo barcelonés.
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