La Comisión Europea estudia la reducción de la producción de acero
I.C.,La Comisión Europea presentó ayer su nuevo plan de reestructuración siderúrgica, que pretende reducir en cerca de 30 millones de toneladas anuales de aquí a 1990 la producción de acero, y cuyo coste asciende a 894.000 millones de pesetas, al tiempo que acarrea la supresión de 80.000 empleos.
El proyecto, dado a conocer en una conferencia de prensa por Karl Narjes, comisario de Industria europeo, no afecta directamente a España, pero el Ejecutivo comunitario invita, no obstante, al sector siderúrgico español a someterse a un régimen de cuotas similar al vigente en el resto de la Comunidad Europea (CE). Las modalidades y la fecha de la incorporación española, que podría producirse antes de que venza el período transitorio, serán discutidas entre Bruselas y Madrid a partir de septiembre.
Ese mes justamente tendrá lugar el primer Consejo de Ministros de Industria de la CE, que deberá examinar el plan Narjes, que, como tarde, debería estar aprobado en diciembre para poder empezar a ser aplicado a partir de 1988, ocho años después de las primeras medidas de reestructuración, que consiguieron una primera reducción anual de 32 millones de toneladas.
Pero la disminución anual del consumo de acero en un 2% y la agresividad exportadora de algunos países recientemente industrializados obliga ahora a llevar a cabo una segunda reestructuración, que consiste, primero, en mantener el régimen de cuotas de producción actualmente en vigor para cuatro productos, aunque eligiendo como período de referencia los años 1985-1986.
Los cuatro productos afectados serían la chapa laminada en caliente y frío, la chapa gruesa y los perfiles pesados, cuyo excedente se sitúa en 20 millones de toneladas anuales.
Antes de prorrogar hasta 1990 el sistema vigente, el Ejecutivo comunitario desea, sin embargo, obtener este mismo año garantías de las empresas sobre el cierre de instalaciones obsoletas -la racionalización empresarial no gozaría de ningún apoyo-, y está dispuesto a estimularlo dedicando 1.500 millones de ECU (unidad de cuenta europea) a la concesión de primas.
