La última jornada pirenaica.
Hoy se corre la segunda y última jornada pirenaica. Muy posiblemente, más dura que ayer, y que cogerá a los ciclistas con el cansancie, acumulado. El perfil montañoso de la decimotereera etapa, Pau-Luz Ardiden, de 166 kilómetros de recorrido, es más irregular que la anterior. Los corredores volverán a subir Marie-Blanque, para atender luego a un clásico: el Aubisque. Su característica viene dada porque reúne dos circunstancias: duro (10 kilómetros con un porcentaje medio del 8,4%, que llega hasta el 10%) y largo (17,6 kilómetros de ascensión pura). Tras estas dos dificultades significativas, los Pirineos acaban en Luz Ardiden, un puerto de 15,3 kilómetros de ascensión, cuya párte más dura se encuentra a mitad de recorrido (entre el kilómetro 5 y el 9), con un desnivel del 10%. La parte final, cerca de la meta, tiene un desnivel del 8%.