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EL TOUR

El suizo Maechler, nuevo líder de la carrera

Luis Gómez

LUIS GÓMEZ ENVIADO ESPECIAL, El portugués Acacio da Silva (Kas) superó al suizo Maechler (Carrera) en los últimos metros de la tercera etapa. El primero pudo así adjudicarse el triunfo y el segundo conformarse con la nada despreciable situación de líder del Tour. Y, además, en algunos casos, los dos corredores se sitúan de forma muy destacada en la general, con tiempo sobrado sobre hombres importantes. Dos españoles, Echaye y Rodríguez Magro, entraron inmersos entre los primeros de una larga hilera de corredores, algunos desperdigados y otros en grupo. El pelotón, ayer, perdió todo control.

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Cara y cruz

Dada la característica de este Tour, abierto donde los haya, a pesar de la tenaz insistencia de cierta prensa en situarlo como una prueba de fuego para el irlandés Roche, la victoria de Da Silva y Maechler no es desdeñable, como tampoco la buena colocación que tuvieron los franceses Charles Mottet e Yvon Madiot. Porque no se trata de gregarios, sino de lugartenientes, de corredores que han entrado en alguna lista de favoritos y que tienen condiciones para dar alguna sorpresa.Sería curioso que un Tour se decidiera en una tercera etapa, aunque no es la primera vez que una escapada de un grupo amplio de corredores y en día de recorrido largo y llano, de tiempo en calma y de espíritus relajados, resultara trascendental para el transcurso posterior del Tour. Todos los corredores, a excepción de tres, se habían desplazado alegremente de Berlín a Karlsruhe por vía aérea, entre fotografías en la cabina del avión, caso de Herrera y Roche simulando que comandaban el Tour, y declaraciones de diverso cuño; las entrevistas de rigor se centraron en numerosos corredores en torno al muro de Berlín, con declaraciones más o menos superficiales. Todo tranquilo, pues, suficiente para que el Systeme U encontrara campo abonado para lanzar un ataque quién sabe con qué consecuencia. Aunque Da Silva y Maechler se llevaran la palma por diferente motivo, el equipo francés había conseguido un gran éxito colocando a dos hombres importantes como Madiot y Mottet en un grupo perseguidor, a poco más o menos que cinco minutos de los favoritos oficiales.

Stephen Roche tendrá motivos sobrados para sentirse muy perjudicado por la etapa de ayer, como quizás Kelly, como también Delgado a su manera, porque ninguno de sus equipos logró dominar una etapa aparentemente fácil, que no tenía otra circunstancia geográfica que la de estar salpicada de pequeñas subidas, a modo de puertos, y de varias metas volantes.

Sorprendente

Por otro lado, y por tratarse de una etapa Rana, la carrera dio una imagen final realmente desoladora, sorprendente, propia de una prueba montañosa, con parejas de corredores desperdigados, grupos de media docena y algún corredor aislado que no parecía tener mucha prisa por llegar ni temor tampoco por servir de alimento a la habitual voracidad del pelotón que corría por detrás. Ese fue el caso de un español, Rodríguez Magro (Teka), quien habitó durante largo rato en el grupo escapado, pero llegó a la meta en solitario, paseando por el circuito instalado en Karlsruhe. 'Me ha dado el sol con el mazo", dijo Magro en la meta para justificar su cansancio. Otro español, Echave (BH), llegó sexto, pero no pudo impedir la escapada de la pareja vencedora: "Me quedé sin fuerzas en la última subida". Todo fue tan sorprendente como que Delgado se escapara del pelotón poco antes de la meta y consiguiera llegar en solitario 10 segundos por delante; tanto, también como para que los españoles Cubino y Domínguez se retrasaran en cuatro minutos con respecto al pelotón y tan supuestamente dura como para que el colombiano Pacho Rodríguez se quedara rezagado y llegara a la meta con 17 minutos de retraso con respecto al vencedor.

La escapada final de 23 corredores fue la buena. resultó, por tanto, eficaz. escapada que resolvió el intento en solitario de Frederik Brun (Peugeot), quien se fue al kilómetro 50 y llegó a tener una diferencia próxima a los siete minutos. El grupo tenía solvencia suficiente, por el número de sus componentes y la calidad de algunos corredores, para hacer daño. Y lo hizo. Finalmente, fue el suizo Maechler quien decidió el ataque final en la última subida. A él sólo le pudo seguir Da Silva, quien hizo un razonamiento táctico: "Sabía que Maechler, cuando ataca, suele llegar hasta el final". Maechler lo demostró, como ya lo ha demostrado en los dos últimos años.

El Tour parece, pues, listo para seguir dando sorpresas. Hoy celebrará su cuarta etapa, con dos sectores. El primero, realmente breve, de 79 kilómetros de recorrido, entre Stuttgart y Pforzheim, con término hacia las 12.00 horas. El segundo, de 112,5 kilómetros, se disputará entre Pforzheim y Estrasburgo, con final previsto hacia las 18.30 horas. El Tour abandona hoy la RFA para ingresar en territorio nacional.

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