_
_
_
_
_

Un policía municipal hiere gravemente a su esposa e hija

Pablo Hernández, de 39 años, policía municipal adscrito a la Unidad Especial de Tráfico, hirió ayer de extrema gravedad a su esposa, Alicia Viana Mongel, de 43 años, y a su hija mayor, María Samantha Hernández Viana, de 17 años, al término de una fuerte discusión iniciada en la sobremesa de ayer alrededor de las cinco de la tarde en su domicilio familiar, en el distrito de Los Cármenes.

Según la información recogida entre los vecinos del inmueble, el número 52 de la calle de Fuente de Tiro, en el Parque Europa (distrito de Los Cármenes), el matrimonio se llevaba muy mal, y era frecuente que el esposo abandonara el hogar. De hecho, fue la mujer quien hace un par de años alquiló el piso en cuestión, en un momento en que estaban separados. Otro vecino corroboró estos datos y añadió que el verano pasado el matrimonio tuvo una racha de discusiones y altercados tan fuerte que la policía tuvo que intervenir. "En aquella ocasión", añadió este vecino, "no llegó la sangre al río".Ayer, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid, el matrimonio y la hija mayor se enzarzaron en lana discusión, en la que el policía municipal amenazó con marcharse de nuevo. La hija le amenazó entonces a su vez con presentar denuncia contra él por abandono de hogar, y fue en ese momente, cuando el tal Hernández cogió su revólver (de tambor, de seis balas) y vació el cargador contra su mujer y su hija mayor. Alicia Viana resultó alcanzada en el pecho, el estómago y la mano) derecha, y se encuentra muy grave en el hospital militar Gómez Ulla. La hija recibió otros tres disparos, dos en el tórax y uno en el brazo derecho, y se encuentra en la unidad de vigilancia intensiva del hospital Clínico. Al cierre de esta edición no se conocía su evolución.

La policía acudió avisada por algún vecino, y detuvo al autor de los disparos, que ayer por la tarde se encontraba declarando en la comisaría de Los Cármenes. Parece ser, según la policía, que quiso disparar también contra. su segunda hija, Rosa Hernández Viana, aunque no pudo hacerlo porque se le habían acabado las balas. El domicilio familiar estaba ayer vacío. Los tíos de la niña, que viven en Móstoles, se lallevaron asu casa. Fuentes oficiales han confirmado el carácter inestable del policía municipal, y declararon que había ido más de una vez a la comisaría, con la intención de desahogarse, a veces un tanto ebrio, y que en esas ocasiones hablaba de sus relaciones con su familia, sus abandonos de hogar y otros temas personales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_