_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Distintos

La mayoría de las personas creen, una a una, que aquello que les pasa a ellas no suele pasarle a los demás. Por ejemplo: hacer las cosas con la mejor intención y no ser bien entendido. Por ejemplo: dar cien y obtener uno. Por ejemplo: pensar bien de los demás y descubrir tarde el avieso interés ajeno. Por ejemplo: no pedir algo por temor a molestar y ser en cambio incesantemente importunado por las solicitudes de los otros. Por ejemplo: procurar atender los problemas de quienes necesitan desahogos y callarse los propios ante la dificultad de encontrar oído. Por ejemplo: necesitar esfuerzos ímprobos para lograr objetivos que los demás logran con facilidad, gracias al azar o a su pericia.

En general, la mayor parte de la gente siente, una a una, que siendo de esa manera de ser es casi imposible llegar a nada. Más aún, siendo de esa forma, deberá uno persuadirse de que no recibirá sino reveses, sufrirá frecuentes decepciones y quizá no halle recompensa jamás. Ésta es la gran ley mediante la cual la generalidad de la población alcanza la autoconsideración de caso único y modelo extraordinario. Una especie, en fin, de ciudadano que de encontrar suficiente repetición haría cambiar la faz del mundo. Pero he aquí que no es fácil que ese individuo común que se cree excepción reconozca su duplicidad en otros tantos ciudadanos que sueñan con su propia excepción del mundo. Uno a uno, caso tras caso, la geografía está poblada de temperamentos que se reprochan ser como son, de corazones que se detestan por darse sin discernimiento, de seres vivos que en estas circunstancias se declaran incompetentes para progresar entre los vivos. Uno a uno, la mayoría de la población llega así al convencimiento de que con esa forma de ser -tan distinta- y siendo la gente como es -tan igual-, tarde o temprano será su víctima. Pero es, llegada esta fe, cuando la gente decide casarse. Y la pareja obviamente es alguien que reconoció a éste su excepción y reveló la suya. Por ejemplo: haber perdido la esperanza de en contrar a alguien de este tipo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_