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'Cicciolinos'

Los ciudadanos de España que no reciben las imágenes de la televisión autonómica de Cataluña no han podido contemplar el mitin político de la honorable Cicciolina. La dama enseñó generosamente sus dos principales argumentos electorales, el derecho y el izquierdo, y además expuso una filosofía del amor relacionado con la política que puede contaminar a los parlamentarios del mundo entero. Para empezar dijo que deseaba sentarse al lado del cicciolino Andreotti y enseñarle a hacer el Kamasutra, y a continuación informó sobre un encuentro amoroso con Bettino Craxi, en un hotel donde hicieron "cochinadas", mejor dicho "cochinaditas" para ser más fiel al ingenuismo del lenguaje supuestamente provocador de su señoría.Illona Staler, alias Cicciolina, va por el mundo con dos pechos en la recámara de su mensaje político, mensaje pacifista, amoroso, que se expresa en el profuso empleo del adjetivo cicciólino (cariñito). Habló de cicciolino Mita, cicciolino Andreotti, cicciolino Pannella, cicciolino Craxi. Se trata de una calificación peligrosa que, de prosperar, puede dejar sin defensas de respetabilidad a toda la clase política europea. ¿Se imagina alguien una sesión del Parlamento español en la que cicciolino Pons conceda la palabra a cicciolino Hernández Mancha, mientras cicciolino Guerra prepara su expresión draculina, cicciolino Gerardo Iglesias lanza su barreno dialéctico y cicciolino Suárez se ajusta la corbata, nuentras cicciolino Roca trata de venderle sus tierras en La Habana a cicciolino Segurado?

Cuidado con esta en apariencia inocente doncella bien pechada que reparte cicciolinos como donuts y en realidad se trata de un SIDA destructor de la respetabilidad parlamentaria. No quiero ni imaginarme lo que pasaría si realmente Cicciolina practicara el Kamasutra con Andreotti mientras sus colegas se dedican al turbio y mediocre asunto de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Quién sería la Cicciolina española? ¿Y el Andreotti español? Afortunadamente ni Tamames lo sabe.

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