Claudio Movilla
El presidente de la Audiencia Territorial de Sevilla conmociona el mundo judicial andaluz
Primero se situó "a la izquierda del PSOE en cuestión de libertades". Ahora admite que "el Ministerio de Justicia es un cachondeo" al hilo de la frase que el alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, puso de moda tras su contencioso con el cantante Bertín Osborne. Claudio Movilla, presidente de la Audiencia Territorial de Sevilla, procede de Jueces para la Democracia, tiene muy claro que los jueces actúan imbuidos por su ideología y admite que su nombramiento "tiene carácter político en tanto que es discrecional".
Las reacciones a su nombramiento, a primeros de mayo, como máxima autoridad de la Audiencia Territorial de Sevilla, no se dejaron esperar: la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), como colectivo, y un letrado relacionado con los ambientes conservadores de Sevilla, anunciaron la presentación de un recurso contra la decisión del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de enviarle a la capital de Andalucía.La de Sevilla es la Audiencia Territorial que tramita más causas relacionadas con el narcotráfico; tiene una Sala de lo Contencioso-administrativo que ha anulado sistemáticamente las normativas de la Junta de Andalucía sobre reforma agraria ante recursos planteados por la derecha. Movilla piensa, a este respecto, que "la reforma agraria es una exigencia de la justicia y casi una exigencia técnica", así como que "el latifundio andaluz sigue siendo un problema para un hombre de izquierdas como yo".
Claudio Movilla nació hace 55 años en Orense. Tiene tres hijos de su primer matrimonio, y, tras divorciarse, se casó de nuevo. Ingresó en la carrera fiscal en 1960 y en la judicial en 1972, cuando opositó para magistrado de lo contencioso-administrativo, de cuya sala fue presidente en la Audiencia Territorial de La Coruña. Su mil¡tancia progresista viene desde su pertenencia clandestina a Justicia Democrática.
Fue presidente del Ateneo, en La Coruña, y colaboró habitualmente en el periódico La Voz de Galicia. A causa de dos artículos de Prensa fue expedientado en otras tantas ocasiones.
Claudio Movilla reconoce que no ha encontrado "una tremenda cordialidad entre los compañeros" de Andalucía. Probablemente sus aires renovadores causen malestar en lo que afecta al cumplimiento de los horarios.
Preguntado tres semanas después de su acceso al cargo que a qué hora había ido al trabajo el día anterior, respondió: "A las nueve menos cuarto, pero el horario legal es de ocho a tres. Lo que pasa es que me da miedo llegar antes, porque a lo mejor no encuentro a nadie".
El último capítulo de sus críticas se refiere al propio funcionamiento de la justicia. Movifia, parafraseando al alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, admitió que "la justicia y el Ministerio de Justicia son un cachondeo", dados los defectos de funcionamiento que padecen, y señaló que actuaciones como la del juez de Chiclana, que detuvo a dos mujeres por tomar el sol desnudas, o la juez de Órgiva, que ordenó detener al letrado Darío Fernández, "se hubieran resuelto de forma diferente por otros jueces".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.