Enseñanzas de la izquierda europea

La derrota sufrida por el Partido Laborista en las elecciones británicas es el último de una serie de malos resultados electorales que han conseguido los partidos de centro-izquierda de las democracias industriales. Estos resultados constituyen un claro mensaje para los candidatos presidenciales del Partido Demócrata estadounidense de la década de los ochenta. Los políticos deben demostrar que pueden llevar las riendas de la economía y los programas de bienestar social con eficacia, y que disponen de una firme política de seguridad nacional.Las razones que han conducido a los laboristas a la derrota, como antes ocurriera en Francia y en la RFA, se debatirán apasionadamente en el Partido Demócrata.

Con la perspectiva de que se produzcan pocos cambios en la intención de voto en las primarias, se movilizará a los activistas del partido, que se encuentran a la izquierda del votante medio demócrata. Muchas veces las esperanzas de los demócratas se encuentran en compromisos tempranos arrancados por ellos, que, a la larga, resultan ser buenas bazas el día de la elección. La vieja tesis de que hay que presentarse como izquierdista en las primarias para adoptar una posición más de centro en las elecciones resulta jocosa, porque es difícil presentarse como centrista cuando están las directrices emanadas de la convención.

22 de junio