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Tres niños, heridos en Zamora mientras preparaban un artefacto explosivo

Tres niños de séptimo de EGB que acudían a clase al colegio comarcal Alejandro Casona, de Zamora, han sufrido heridas muy graves al estallar un artefacto explosivo fabricado por ellos. mismos y compuesto, según fuentes policiales, de pólvora procedente de cartuchos de escopeta, azufre, perdigones y tacos. Todos estos elementos fueron metidos en una barra metálica sacada del sillín de una bicicleta.

Los hechos ocurrieron poco antes de las diez de la mañana, cuando los chavales acababan de llegar en un autobús escolar procedentes de varios pueblos de la comarca de Sayago. Antes de entrar a clase, uno de los escolares quiso hacer una exhibición ante sus compañeros en el patio del colegio, que está situado'en la margen izquierda del Duero, en el extrarradio de la ciudad. La barra rellena de pólvora y otros objetos estalló al aplicarle una cerilla y alcanzó al grupo de niños que asistía a la demostración. Juan Herrero Pérez, de 13 años, vecino de una dehesa situada en el término municipal de Tardovispo, fue el peor parado. Sufre traumatismo craneoencefálico con fractura del hueso frontal y pérdida de masa encefálica. Fue internado en la UVI del hospital zamorano Virgen de la Concha, donde permaneció dos horas, y más tarde trasladado urgentemente al hospital Virgen de la Vega, de S alamanca, donde ha sido intervenido en el servicio de neurocirugía.Pese a la rápida actuación médica, se teme por su vida.

Ángel Huertas Hernández y José Ignacio García Rodríguez, ambos de 14 años de edad y vecinos de la pequeña localidad de Malillos, también resultaron alcanzados por la explosión. El primero sufre heridas en tórax y abdomen que afectan a la pleura, diafragma y bazo, y tiene alojados trozos de acero en el vientre. Su estado ha sido calificado de muy grave. En idéntica situación se halla José Ignacio García, a quien se le ha detectado herida penetrante en el tórax, presencia de cuerpo extraño en el paravertebral izquierdo y quemaduras en el cuello y en la cara. Además, tiene fuertemente dañada su mano izquierda, con pérdida de algunas falanges de los dedos.

Una profesora del colegio indicó que todo sucedió poco antes de iniciarse las clases. "Algunos profesores estábamos reunidos charlando antes de ir a las aulas cuando oímos una fuerte explosión en el patio. Salimos y vimos un espectáculo horroroso: chavales heridos, sangre y otros niños muy asustados. No pudimos hacer nada más que lo que hicimos".

Vecinos de los barrios de Cabañales y El Sepulcro, donde se halla el colegio, han asegurado que la fabricación de explosivos caseros es frecuente entre algunos escolares de este centro, que los utilizan para divertirse durante el recreo.

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