Correr y cantar

Me divierto tanto cantando como corriendo en la pista". Con estas palabras justificaba Carl Lewis, en una conferencia de prensa ofrecida en la mañana de ayer, el montaje que lleva a cabo en todas sus apariciones, y que en Sevilla no fue una excepción. El tetracampeón olímpico afirmaba que la expectación que siempre le acompaña en sus apariciones atléticas no se debe a la imagen que sus apoderados de la canción pretenden dar de él. "No mezclo el mundo artístico con el deportivo, aunque así pueda parecerlo. Me divierto en las dos cosas, por eso las hago, pero por separado".La conferencia de prensa ofrecida ayer por el atleta fue cordial. Lewis, muy relajado y a veces irónico, contestó a todas las preguntas que se le formularon, aunque algunas fueran suavizadas por los organizadores con la indispensable ayuda de la intérprete.

Carl quiso dar a casi todas sus respuestas un toque lo más ingenioso posible. Preguntado el motivo de por qué llevaba dos relojes en su muñeca, dijo: "Me gusta la música y por eso llevo dos relojes, para ir en estéreo". El hijo del viento, como algunos le han calificado, se mostraba contento por el piropo, del que afirmó, "podrían decir cosas peores". Sobre su autocalificación de ser un elegido de Dios, Lewis dijo: "Soy tan bueno porque trabajo duro".

Lewis confirmó la presentación de su disco Cabriola, que se ha comercializado en España, y mostró interés por ver una corrida de toros, durante el tiempo que estará en Madrid, con motivo del su participación en el Gran Premio. "Quiero ver toros, aunque no sé si aguantaré hasta el final". El atleta está también interesado por el cine. "Es más difícil, porque requiere más tiempo", dijo. Lewis aún se permitió lucirse. ¿Qué es más difícil ser el bueno de una película o ganarle a Johnson?, se le preguntó: "Seguro que lo primero, lo otro ya lo he hecho". Ayer no fue así.