España restringe su política de fronteras para adecuarla a la europea

El Gobierno español se está preparando, al igual que el resto de los países comunitarios, para que el proyecto de creación de una frontera común europea este listo en 1992. Este proyecto prevé la eliminación de las fronteras interiores y el reforzamiento de las exteriores para conseguir un mercado de 320 millones de consumidores.Para ello, España estudia ampliar el número de países a cuyos ciudadanos solicita visado; este estudio se está realizando en función de "los extranjeros que más problemas crean" según responsables del ministerio del Interior. España ha impuesto el visado para los ciudadanos de Pakistán y Sierra Leona, dentro de un intento de adecuarse a la política de cooperación comunitaria. En la actualidad los extranjeros de 55 países del mundo no necesitan visado para visitar España, siempre que su estancia no se prolonguen durante más de tres meses.

Los ministerios de Exteriores e Interior realizan estudios sobre el número de extranjeros que viajan a España cada año. "Antes de iniciar una política restrictiva es necesario analizar qué ciudadanos crean problemas y cuáles no", declaró un representante del Ministerio del Interior, que explicó que se trata de evitar la delincuencia que provocan los extranjeros indigentes.

Respecto a la seguridad interior, las autoridades españolas opinan que "la policía debe desarrollar más sus capacidades y adentrarse en campos más refinados". "La interacción entre los cuerpos de seguridad europeos debe potenciarse; sobre todo ahora que el intercambio de información sustituirá a los controles fronterizos" explicaron las citadas fuentes.

La creación de la frontera única europea prevista para 1992, complicará adicionalmente el proceso de adhesión español, que todavía estará atravesando su periodo transitorio de adecuación en la industria y la agricultura, según los expertos españoles del proyecto pertenecientes al Ministerio de Economía y Hacienda.