Los bancos cuentan con los 7.500 millones que el Estado entregará a los partidos para conceder créditos

Los dirigentes de los partidos que concurren a las elecciones municipales y autonómicas del 10 de junio reconocen que han tenido en cuenta el dinero que les corresponde por la ley de Financiación de los Partidos Políticos, que se aprobará el próximo mes, para comprometer el gasto electoral. Los bancos han considerado esos 7.500 millones de pesetas que recibirán los grupos en función de esa ley como dato fundamental a la hora de ajustar sus créditos. "Las entidades bancarias se han equivocado dos veces: una con UCD y otra con el PRD, y no quieren una tercero, manifestó un dirigente de AP.

Un portavoz socialista experto en finanzas explicó los criterios con los que han actuado los bancos ante las solicitudes de créditos. "Los bancos han hecho, y seguirán haciendo para todas las elecciones, marketing político, sondeos y cálculos, de forma que con una información bastante detallada y tirando a la-baja, respecto a las expectativas de cada partido, conceden los créditos" asegura.Según la representación parlamentaria obtenida por los partidos en junio de 1986, los 7.500 millones asignados y aprobados en los Presupuestos Generales del Estado el pasado diciembre se reparten en,porcentajes de la siguiente forma, según un dirigente gubernamental: PSOE, un 437.(3.225 millones); PSC, un 6%. (450 millones); Coalición Popular, un 29% (2.175 millones); CDS, un 8%. (600 millones); CiU, un 5% (375 millones); Izquierda Unida, un 3%. (225 millones); PNV, un 1,6%. (120 millones); Euskadiko Ezkerra, un 0,5%. (37 millones), y un 0,3%. (22,5 millones), respectivamente, los diputados de Agrupación Independiente Canaria, Partido Aragonés, Regionalista, Unión Valenciana y Coalición Galega. Estos datos son conocidos por los bancos y tenidos en cuenta para conceder créditos.

La ley de Financiación de los Partidos Políticos será aprobada en los próximos días. Actualmente está en el Senado donde no sufrirá modificación, de forma que en los partidos recibirán el dinero de inmediato y los bancos cobrarán sus créditos. Esta financiación sustituye a una de menor cuantía que se instauró en 1977 y que para 1986 fue de 3.500 -millones.

Alzaga, ex presidente del PDP, tenía parte de razón cuando dijo que la capacidad de endeudamiento de su partido estaba en unos 400 millones anuales. De los 7.500 presupuestados para los partidos en 1987, a Coalición Popular le corresponde un 29% -2.175 millones de pesetas- y de éstos unos 400 al partido democristiano. Un dirigente de AP explica que, "probablemente, los bancos, al negar créditos, habrán tenido en cuenta el futuro incierto de ese partido y si no serán los otros ex socios de Coalición quienes Se hagan cargo del reparto".

Este portavoz fue comprensivo con la actitud bancaria. "Después de las deudas que dejó UCI) y del fracaso del PRD, a la tercera va la vencida, y Oscar Alzaga se ha visto sometido al criterio estricto de los bancos, así como Santiago Carrillo. En este criterio sólocuentan las expectativas electorales".

El Estado otorgará a los partidos con representación en el Congreso subvenciones anuales no condicionadas, con cargo a los presupuestos generales, para atender sus gastos de fiiiicionamiento ordinario.Dichas subvenciones se distribuirán en-función al número de escaños y de votos obtenidos por partido en las últimas elecciones. Para la asignación del dinero se dividirá la consignacion presupuestaria en tres cantidades iguales. Una de ellas, en proporción al número de escaños obtenidos por cada partido en las últimas elecciones al Congreso, y las dos restantes, proporcionalmente a todos los votos obtenidos en la circunscripcion en la que no se hubiera alcanzado el 3% de los votos, en un intento de primar a las minorías -siempre perjudicadas al repartir escaños por la ley D'Hont. A esta solución se llegó después de un fuerte forcejeo dialéctico que ganaron los partidos pequeños.

Los bancos han estado muy atentos a estas cantidades que percibirán los partidos antes de entregar créditos para estas elecciones, así como al hecho de que los partidos sólo pueden comprometer el 2,5% de estos recursos para pagar créditos. El 75% queda para la subsistencia del partido, de tal forma que los bancos no puedan apropiarse de todo el capital.

Este recelo también lo tienen los bancos que, acogiéndose a esa cláusula, pueden perfe¿tamente prestar exclusivamente en función de ese 25% de la percepción anual.

"Ese dinero no es de por vida, y los bancos saben que dentro de tres años, cuando se agote la legislatura, ese partido puede desaparecer", explicó un portavoz socialista. De nuevo enel caso del PDP, en puridad, de los 400 millones tan sólo un 25% podría ser comprometido en créditos.

El diputado socialista Carlos Navarro, principal ponente de la ley de Financiación Í de los Partidos Políticos, explica el esfuerzo que hicieron todos los partidos para que definitivamente existiera una contabilidad transparente de los partidos con vistas a los ciudadanos.

Navarro es consciente de que financiar los partidos puede prestarse a la demagogia y que los ciudadanos pueden pre-guntarse por qué han de pagar a los partidos si no militan en ellos. "Habría que decir que la democracia es más cara que la dictadura, pero que no hay nadie que se atreva a cuantificar el coste de las libertades".