Florencio Campos,
cabeza de lista del PSOE de Alcalá de Henares, no cumplió con la tradicional costumbre de pegar carteles. Los 1.000 carteles con su imagen llegaron de la imprenta con la simbólica rosa roja del partido, pero presentaba un mortecino color rosa magenta. Los militantes concentrados en la sede para colaborar en la pegada se aprestaron a colorear la pálida flor armados con los rotuladores rojo vivo que encontraron en las oficinas. Comprobado el fracaso de la tentativa, dado que la tinta aún fresca se corría con facilidad, Florencio Campos ordenó la vuelta a la imprenta de los carteles y pegó los de su compañero de partido, Joaquín Leguina, candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid
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