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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

España, 1970

España, 1970. De fondo, el proceso de Burgos. En primer término, trazos discontinuos, oscuros, dibujan seres en perpetuo estado de crisis.Trazos herméticos pero rigurosos, símbolos ideológicos en presente que recorren una panorámica concreta, quizá no a. la búsqueda de soluciones, pero sin duda sí con la pretensión de constatar realidades.

En esa jungla de signos, Strindberg se da la mano con Kafka (kafkiano había de ser ese universo, muy gris, y no es casual que su autor, Gutiérrez Aragón, montara en teatro El proceso) para, paradójicamente, dar una dimensión que no es otra que la de nuestra realidad de aquellos días.

Un filme nada fácil

Sonámbulos es, como puede verse, un filme nada fácil, cruzado de izquierda a derecha, del suelo al techo, por raíces alegóricas y un necesario espectro claustrofóbico.Es el tercer filme de Gutiérrez Aragón (tras Habla, mudita y Camada negra) y la tercera piedra de un edificio aún en construcción que, piso a piso paso a paso, cuenta (eso: cuento iras cuento) la historia de España en claves simbólicas Es una opción y nadie le puede poner peros.

Nuestra historia, nuestros fantasmas y nuestros espíritus pueden contarse desde la primera página de un periódico desde el documento descarnado o desde la alegoría.

Y Gutiérrez Aragón prefiere, ha preferido siempre, la última de estas opciones. Como hay en él capacidad narrativa, talento conceptual y sabia astucia para la puesta en escena, mejor que mejor.

Es también Gutiérrez Aragón un excelente director de actores, y en Sonámbulos sabe sacar de Ana Belén, Norman Brisky, José Luis Gómez, Lola Gaos y tantos otros las más desalmadas composiciones. Su trabajo en ese campo de la realización mereció por esta película el Premio del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Sonámbulos se constituye así en un eslabón imprescindible de la que hoy es indiscutiblemente una de las filmografías más estimulantes del cine español contemporáneo. Sonámbulos está hecha, como el resto de sus películas, pata que el espectador participe activamente del entramado onírico propuesto.

Una primera visión jamás sacará agua clara de la enredadera, ni siquiera una segunda o una tercera, pero en todo caso es un trabajo que golpea con fuerza conciencias y taladra nuestras inquietudes intelectuales. Si nos quedan.

Sonambulos, hoy, por TVE-2, a las 22.05.

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