Archibald volvió a deleitar en el Camp Nou
En este mundo hay gente atrevida. Josep Lluís Núñez, por ejemplo. Ayer volvió a demostrarlo. Su asesor de imagen debería ir al palco cada domingo. Este hombre, al que el presidente del Barcelona hace caso sólo de vez en cuando, le tiene dicho que no abra la boca. Pero anoche Núñez no pudo resistir la tentación. En el fondo, el momento era propicio, pues en el descanso el Barcelona ya ganaba por 2-0 y el Spórting, bullicioso, correoso, generoso, no parecía el lobo de otras ocasiones.Así que Núñez, más corto que perezoso, se acercó a los micrófonos y se vanaglorió de renovar por varios años al escocés Steve Archibald. Archigol había vuelto por sus fueros pese a lo poco que se cuida, pese a lo maltratado que está su cuerpo. Y Núñez sacó pecho. Esperemos que hoy, cuando Diego Armando Maradona conquiste el título más caro del mundo -el scudetto de Italia-, Núñez recuerde a través de las ondas la gran operación financiera que hizo para sacarse de encima al Pelusa. 0 que, cuando el próximo día 27, en Viena, Udo Lattek gane la Copa de Europa con el Bayern Munich, recuerde también que el técnico alemán acabó amargado por su presión.
La verdad es que Archibald fue lo mejor de una bella noche futbolística en la que el Barcelona y el Spórting jugaron sin reservas y buscaron el gol durante los 90 minutos. El escocés estuvo eléctrico, atractivo, trabajador y recuperó aquella chispa que le hizo famoso en todo el mundo. Aunque, claro, le falta fondo fisico, carece de ese sprint mortal y, pese a que intenta purgar viejos pecados, tal vez sea tarde para volver a ser el de antes, el Camp Nou le despidió con una fuerte y merecida ovación.
