Marguerite Duras y Régis Debray, dos por la defensa de Barbie
La escritora Marguerite Duras y el también escritor y consejero del presidente de la República Régis Debray han sido citados a declarar como testigos de la defensa en el juicio que se seguirá a partir del próximo lunes, en Lyon, contra Klaus Barbie, el ex comandante de la Gestapo acusado de crímenes contra la humanidad. El defensor de Barbie, Jacques Verges, ha citado sólo a nueve testigos, frente al centenar llamado por los 40 abogados de la acusación particular.Además de Duras y Debray, entre los testigos de Verges se encuentran Suzanne y Edidine Lakdar-Tumi, familiares de un argelino asesinado en 1957 por militares franceses, que presentaron una demanda en junio de 1984, rechazada por el tribunal, por crímenes contra la humanidad.Verges ha citado también a Raymond Aubrac, detenido por Klaus Barbie junto a Jean Moulin, el héroe de la Resistencia. Aubrac consiguió fugarse de un furgón gracias a la acción de un comando dirigido por su propia esposa, pero su actuación ha sido puesta en duda por Verges, que ha insinuado la posibilidad de complicidad con los alemanes. Dos de los argumentos de la defensa se basarán en la comparación de la ocupación nazi de Francia con la guerra franco-argelina, y en la existencia de traidores y de colaboracionistas dentro de la Resistencia, sobre los que secaería la responsabilidad de la muerte de Moulin.Marguerite Duras, que perteneció a la red de resistentes encabezada por el actual presidente de la República, Frangois Mitterrand, ha narrado en El dolor los violentos interrogatorios y ejecuciones sumarias de colaboracionistas detenidos por los resistentes en los primeros días posteriores a la liberación.Régis Debray participó en laoperación de expulsión de Barbie
de Bolivia, en 1983, junto con Gustavo Sánchez Salazar, el ministro boliviano del Interior, que ha sido citado como testigo por la acusación. Diez años antes,Debray ayudó al actual abogado
de la acusación particular y conocido cazador de nazis Serge
Klarsfeld en la preparación de un plan de secuestro del comandan
te de la Gestapo, en el que debía intervenir un grupo de acción di
rigido por Sánchez Salazar, entonces militante de la oposición a
la dictadura. Barbie debía ser conducido a Chile, donde el Go
biemo de Salvador Afiende-procedería a expulsarle a Francia.
Según Beate Klarsfeld, la esposa del abogado que también partici-
pó en el plan, no se descartaba el asesinato de Barbie si fallaban
los métodos,legales para cónseguír su expulsión o extradición a
Francia. Debray ha declarado que en 1972 -poco después de
su liberación de la cárcel boliviana, donde fue intemado acusado
de colaborar con la guerrilla de Ernesto Che Guevara- aceptó
la idea de Kljrsfeld porque implicaba unir en una.misma causa la
lucha contra el nazismo en Europa y la lucha contra las dictadu
ras latinoamericanas.
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