Jornada de duelo y luto en la localidad cántabra

El fallecimiento del trabajador de Forjas y Aceros de Reinosa, Gonzalo Ruiz, de 32 años, conmocionó ayer a la localidad cántabra, que se vistió de luto a medida que avanzaba la jornada. Los dirigentes sindicales y las organizaciones políticas y ciudadanas coincidían en pedir la depuración de responsabilidades. Gonzalo Ruiz será enterrado hoy en su localidad natal de Mataporquera, próxima a Reinosa.La población de la localidad se sumergió, poco a poco, en el duelo decretado por las organizaciones sindicales. Los comercios abrieron sus puertas por la mañana pero, a primeras horas de la tarde, cerraron sus servicios en protesta por una muerte que provocó notable indignación entre la población campurriana. En el ambulatorio de la Seguridad Social los médicos que estaban de guardia seguían, atentamente, el curso de los acontecimientos a través de una emisora local.

Por la mañana, un vagón de, tren vacío fue incendiado en uno de los pasos a nivel de la población, se colocaron traviesas sobre la vía férrea y se volcó la arena de un furgón. La circulación, sin embargo, quedó pronto restablecida. A más de 30 kilómetros de Reinosa, una dotación de la Guardia Civil se encargaba de insinuar a los conductores la conveniencia de elegir cualquier otro camino que condujera a su destino sin pasar por Reinosa.

Los habitantes de Reinosa estaban indignados. El secretario regional de CC OO, Venancio Diego llegó a afirmar, "que la muerte de Gonzalo Ruiz no deje dormir al delegado" del Gobierno en Cantabria, Antonio Pallarés.

Sábanas blancas con crespones negros que pendían de las ventanas entreabiertas de las casas, reflejaban el sentimiento de duelo de los habitantes de la localidad. A las 18 horas, unas 6.000 personas realizaron una ofrenda floral frente al lugar donde Gonzalo Ruiz fue abandonado por la Guardia Civil el pasado día 16 de abril. Allí, a 100 metros del ambulatorio de la Seguridad Social, una gran manifestación desfilé bajo un retrato del joven trabajador fallecido. Tras guardar un minuto de silencio y soltar dos palomas negras, los concentrados marcharon en manifestación hasta el ayuntamiento. La concentración se disolvió sin incidentes y sin que hiciese acto de presencia la Guardia Civil.