Liu Naili
Responsable del departamentode relaciones con los países de habla hispana de los sindicatos chinos
Sonríe mucho. Y habla un castellano suave, lento. Tiene 48 años y es la responsable del departamento de relaciones con los países de había hispana del AR China Federation Trade Union, el sindicato chino que agrupa a 80 millones de trabajadores -"quedan aún 40 millones por sindicar"-, y se encuentra en España realizando un estudio sobre sindicalismo invitada por UGT. Se llama Liu Naili. Su nombre significa: con paciencia se llega a la victoria, pero ella dice que "a la victoria se llega con la lucha".
Se mueve como si temiera molestar, y sus sonrisas llenan toda la habitación. Manolo Bonmati, secretario de relaciones internacionales de UGT, que ha prestado su despacho para la entrevista, mira a esta mujer con una cierta admiración. Ella no quiere aparecer en los periódicos. Ella -lo repite constantemente- no es importante. Lo importante -no deja de decirloes el sindicato, el pueblo, la idea. Ella -insiste- es sólo alguien que trabaja por "los trabajadores, porque tengan mayores oportunidades y una mayor formación cultural, política...".Ha estado varias veces en España -la primera vez vino invitada por CC OO-, así que apenas le sorprende nada. Y desde esta especie de calma, de tranquilidad que llena cada uno de sus movimientos, incluso el más claro de los tópicos para turistas que pacientemente ha observado aparece envuelto entre los algodones de la benevolencia. Así que el flamenco le gusta, aunque a veces, "parece demasiado preparado". Y sin perder nunca la sonrisa afirma que los toros es una fiesta "terrible", pero que tiene "su encanto...".
A ella lo que de verdad le gusta es el arte, la cultura- "España no es un país desconocido en China, sobre todo por la guerra civil". Y en este despacho luminoso, con un gran mapamundi clavado en la pared, con una China pintada de amarillo, de ríos azules y montañas ocres, trata de recordar alguna de las canciones que su profesor en el Instituto de Lenguas Extranjeras de Pekín le enseñara hace ya tantos años.
Liu Naili se resiste un poco a decir cuándo nació. "Es costumbre que la mujer no lo diga, ¿no?", coquetea. Y al final confiesa que nació en 1939, en Qingdao -"es el pueblo más bonito de China"-. Tiene cuatro hermanas. Su padre está ya jubilado, sí. Ella está casada y tiene dos hijas. Tienen 23 y 13 años. Y su marido está empleado en el Ministerio de Cultura. Liu Naili trabaja para el sindicato desde hace muchos años. Y advierte que trabajar para el sindicato es "trabajar para la clase obrera, para su promoción humana; porque en todos los países la misión de los sindicatos es la misma, salvaguardar la paz mundial, desarrollar la economía y defender los intereses de todos los trabajadores". Dicho así, sin perder la calma, sin perder la sonrisa, uno cree que esa debe ser la misión más importante de la humanidad. Seguro.
En China, explica, hay muchas mujeres trabajando para el sindicato. En China "tenemos un, ¿cómo se dice?...", .¿Un proverbio?", "Un proverbio: la mujer ocupa la mitad del cielo".
Y Liu Naili lo sabe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.