Ovejas negras
Siempre que me preguntaba a que criterios se sometían las diferentes depuraciones que de cuando en cuando se realizan entre los distintos programas de TVE pensaba en un sesudo, práctico o experimentado gabinete general de inspección interna (o algo por el estilo) que discutía durante arduas horas las cotas de audiencia, los niveles de calidad o los desembolsos monetarios que mantenían los programas televisivos. Pero me temo que la realidad es algo más frívola que mi fantasía. Parece que, entre la variada programación siempre hay alguna oveja negra maldita, a la que el director general de turno persigue hasta lograr acabar con ella.Vale la pena ponerse a estudiar el recorrido de programas como Fila 7 o Metrópolis. Al primero sólo le faltaba aparecer el domingo después de la misa, mientras que con el otro parece, que los ánimos estaban más calmados e intentaron incluso darle emisión diaria (supongo que los papeles de su programación se confundieron con los de alguna serie japonesa acerca del misterio de la Virgen de Lourdes, que TVE- tenía previsto emitir por esas fechas). Al final, los dos terminaron (lo que, sin duda, debe ser una jugarreta del destino) el mismo día (un jueves) y a las mismas trasnochadoras horas (a partir de las once de la noche):
El proceso de popularización al que se está sometiendo TVE ante la inminente llegada de la tan temida tele privada, con los telediarios para tontos de fin de semana y los telefilmes americanos de la sobremesa, eliminando sin explicaciones los pocos programas que brillan con luz propia por su indiscutible calidad (Fila 7 es uno de éstos), parece ser la forma de lograr una televisión pública "integral, competitiva y entretenida" para doña Pilar Miró.-
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