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Un jefe semínola procesado se ampara en pactos de EE UU con la nación india

El departamento de Justicia norteamericano acusó el martes a James Billie, jefe de la tribu india semínola, de haber matado en 1983 una pantera de Florida que pertenece a una especie en vías de extinción y que se halla protegida por la ley. Según las autoridades, este caso puede sentar un importante precedente en los conflictos planteados por los derechos de los indios y los esfuerzos realizados por el Gobierno federal para la protección de las especies.Bruce Rogow, el abogado defensor de Billie, alega que existe un acuerdo entre EE UU y la nación semínola que permite a los indios la caza de la pantera dentro de su reserva. En su opinión, la caza de panteras forma parte de las tradiciones culturales y religiosas de los semínolas y está reconocida por un acuerdo y la propia Constitución norteamericana. Por tanto, según Rogow, juzgar a Billie de este delito constituye el último capítulo en la larga historia de acuerdos con los indios rotos por el Gobierno.

Por su parte, el fiscal considera que no existe ningún acuerdo de los concluidos entre los semínolas y EE UU que haga referencia a una atribución de derechos de caza y pesca a los indios. Sin embargo, el fiscal admite que la legislación fue interpretada en el sentido de que se ha reservado a los indios el derecho de pescar y cazar dentro de sus reservas.

Rogow considera que el Gobierno pretende castigar a Billie por las culpas de los hombres blancos. "Los semínolas están más interesados que nadie en la protección de las especies en peligro, puesto que su patrimonio depende de ello", afirma el abogado defensor. De ser hallado culpable, Billie podría ser condenado a un año de cárcel y el pago de una multa de 20.000 dólares (unos 2.500.000 pesetas).

"Creo que es un poco irónico que la pantera se halle en peligro por el desarrollo comercial del hombre blanco a costa de las marismas, y que el jefe Billie sea la única persona juzgada por este delito", afirmó Rogow. "Si los hombres blancos tuviesen el mismo interés en proteger la naturaleza que los indios, no habría especies en peligro", añadió.

Morir en la autopista

Las organizaciones para la protección de los animales describen a la pantera de Florida como un gran felino nocturno que habita en las marismas y cuyo número se limita a unas docenas. La mayor parte muere atropellada por los vehículos que circulan por una autopista próxima a la reserva.Según el jefe del Departamento para la Protección de la Naturaleza, Donald Carr, el caso plantea la cuestión de si los indios están sometidos o no a la normativa existente en este tema. "Lo que pretendemos es sentar un precedente para mostrar que los indígenas norteamericanos deben obedecer a la ley de protección de especies en peligro", afirma Carr, al señalar que las reservas indias en EE UU comprenden extensas áreas donde viven numerosas familias animales en vías de extinción.

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