Retrasados mentales

Vivimos en un país de libertades, pero su ejercicio alcanza hasta donde alcanza el respeto por los demás. Y este respeto no existió en la primera emisión de la nueva etapa del programa Un, Dos, Tres, porque muchas familias nos sentimos ridiculizadas por la grotesca chirigota presentada. Soy padre de familia y una de mis hijas es una persona con retraso mental.El inicio de Un, Dos, Tres transcurrió dentro de su dinámica habitual. De pronto surgió lo absurdo, lo fuera de lugar. Una de las hermanas Hurtado que se mantenía callada explicó el porqué de su silencio. Un retrasado mental la había violado y se dio cuenta de que era tonto porque tuvo que ayudarle.

Tal vez los realizadores del programa no piensen de esta manera; lo lamento por la falta de imaginación que les obliga a aprovecharse de las minusvalías o defectos de las personas para provocar la mofa del público.

Me gustaría pensar que el error fue fruto de un triste pero involuntario descuido. Si es así sirva esta carta de llamada de atención, pero que no se vuelva a repetir. Si por el contrario estas actuaciones entran dentro de sus normas, reciban mi más enérgica reprobación.-

Barcelona.