Los náufragos del pesquero 'Calpe Quintans' no pudieron usar los botes salvavidas

Los 12 tripulantes del pesquero andaluz Calpe Quintans, que naufragó en la madrugada del pasado lunes al noreste de Canarias, no pudieron utilizar las dos balsas salvavidas que poseía el barco, ya que, a causa de diversos fallos, quedaron inservibles. Los dos únicos supervivientes y el cadáver de un tercer tripulante llegaron ayer a la isla de Lanzarote

Los únicos supervivientes del siniestro, Manuel Julián Galán Sampere y Ángel Pedro García Serrano, declararon ayer a su llegada al puerto de Arrecife (Lanzarote), que tuvieron que resistir olas de hasta siete metros y bajas temperaturas durante unas seis horas, en medio del mar, antes de ser rescatados por el buque francés Orque, que recogió también el cuerpo sin vida de José Luis Lara Rodríguez, uno de los 10 marineros fallecidos.Manuel Julián Galán declaró a televisión que el salvamento de cinco de los tripulantes por parte del barco francés Orque "no fue el más adecuado". El citado barco utilizó para el salvamento unas redes, cuando "lo más lógico hubiera sido un bote", agregó. Al menos cinco de los náufragos del pesquero murieron cuando intentaban escalar por las redes que el Orque tendió por su borda, según el testimonio de los supervivientes.

El Calpe Quintans se hundió al declararse una vía de agua en su cubierta. "Toda la tripulación agotó los medios técnicos a su alcance para evitar que el pesquero zozobrara, pero nada dio resultado. Finalmente, el motor terminó parándose porque se inundó", recordó Manuel Julíán Galán. Entonces la sala de máquinas quedó a oscuras y la tripulación optó por subir a cubierta para abandonar el barco en los botes salvavidas.

La primera balsa no se abrió porque el tubo para inflarla se rompió con el oleaje. El otro bote sí respondió, pero los pescadores no pudieron introducirse en él porque se rompió por el fondo. No obstante, siete tripulantes (entre ellos, los dos supervivientes) se agarraron a los bordes del mismo y permanecieron flotando, tras el hundimiento del Calpe Quintans, hasta que apareció el Orque. "Fueron cinco horas de angustiosa espera, en silencio. Cuando divisamos el buque francés reaccionamos y nos dimos ánimo, pero cinco de nosotros no lograron conservar fuerzas hasta que nos subieron a bordo", añadió Galán.

"Luchando hasta el final"

"Vimos morir en silencio, pero luchando hasta el final, a cinco de nuestros compañeros, de los que nunca nos separamos. Fallecieron ahogados, algunos de ellos por los golpes que sufrieron al acercarnos al barco francés. El contramaestre fue bueno hasta para morir: nunca se quejó", manifestaron los dos pescadores citados tras pisar tierra de nuevo.Los supervivientes fueron conducidos, junto al cadáver de José Luis Lara, encargado de frigoríficos, por una lancha Zodiac del buque hospital Esperanza del Mar, del Instituto Social de la Marina. Al mediodía de hoy serán trasladados a Las Palmas (Gran Canaria) para seguir viaje esta tarde hacia El Puerto de Santa María (Cádiz), de donde habían partido.Las tareas de rescate de la nueve víctimas restantes que rea liza el Las Palmas, remolcador de la zona naval de Las Palmas fueron suspendidas anoche, se gún anunció la Comandancia General de Marina de Canarias.