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Alemáo, el último fichaje de Vicente Calderón, debutará antes de 20 días en la Liga española

Ricardo de Brito, Alemáo, centrocampista brasileño de 25 años, llegó ayer a Madrid para pasar los reconocimientos médicos habituales antes de dar carácter oficial a su contrato con el Atlético de Madrid por lo que resta de temporada y cuatro más. Alemáo se ha convertido así en el último fichaje del fallecido Vicente Calderón, que culminó su contratación la pasada semana en Río de Janeiro. El jugador lleva tres meses sin entrenarse, pero afirmó que podrá debutar antes de 20 días. Alemáo quiere triunfar en el Atlético por él mismo y "para honrar la memoria del presidente Calderón".

Ricardo Rogerio de Brito, conocido futbolísticamente, por su rubia melena y su estilo, como Alemáo (alemán), llegó a Barajas acompañado de su esposa, Claudia, casi a la misma hora en que era enterrado en Gandía Vicente Calderón, el hombre con el que hace apenas una semana había cerrado el trato de su fichaje por el Atlético. Se le preguntó por ello si se sentía especialmente motivado para triunfar en el Atlético en recuerdo de Calderón: "Ésa es mi intención. Me quedé muy triste cuando me dijeron que Vicente Calderón había fallecido, porque me había dejado una honda impresión hace sólo unos días. Además, era una persona conocida y respetada en el fútbol brasileño, porque bajo su mandato ya habían jugado en el Atlético otros compatriotas, como Leivinha, Luiz Pereira y Dirceu".Alemáo nació en Lavras (Minas Gerais) en 1961, mide 1,76 metros y pesa 70 kilos. Jugó en el Lavras y el Botafogo, al que llegó con 18 años. En 1983 fue llamado, a la selección brasileña y ha sido 32 veces internacional desde entonces, aunque su consagración se produjo en el pasado Mundial de México 86. Alemáo destacó como un centrocampista de amplio radio de acción desde su posición de eje de la selección brasileña, en la que se desenvolvió por el centro del campo, por delante de los cuatro defensas, zona que Landáburu ocupa en los últimos años en el Atlético. El brasileño reafirmó ayer que rinde mejor justamente como un medio centro tradicional y que se considera un jugador fuerte y dispuesto a adaptarse con rapidez al juego de su nuevo equipo.

El pasado 30 de diciembre terminó su contrato con el Botafogo y desde entonces no ha jugado ningún partido oficial y apenas se ha entrenado con normalidad. "En 20 días estaré en forma y a la disposición del entrenador", afirmó, al tiempo que indicaba que había preferido España a Italia -tenía ofertas importantes de dos clubes italianos- porque su deseo es el de jugar ya para ser incluido cuanto antes en la selección de su país. En el contrato de Alemáo figura una cláusula por la que el Atlético acepta el compromiso de cederle a la selección brasileña cuando sea llamado para partidos oficiales.

Pagas mensuales

Pese a haber cumplido su contrato con el Botafogo, la reglamentación futbolísfica brasileña obliga a que el club de origen reciba una fuerte cantidad por el traspaso del jugador que ficha por otra entidad. Así, al Atlético le cuesta la operación alrededor de 97 millones de pesetas, que va a pagar en plazos mensuales durante los próximos cuatro años, a través del Banco de Roma, lo que, con los intereses, supondrá unos 130 millones.Alemáo, al que asesora la empresa Dorna, la misma que lleva los temas de Llorente, cobrará entre ficha, sueldos y primas unos 40 millones de pesetas y recalcó ayer su intención de cumplir el contrato firmado y triunfar en el Atlético. Como suele ser norma últimamente en el club rojiblanco, en el contrato existe una cláusula de 500 millones de pesetas como indemnización para el caso de que el jugador decidiese romper su compromiso acogiéndose al decreto 1006.

La nueva estrella del Atlético confesó ser un jugador de carácter dentro del campo. Al respecto, se le recordó la anécdota de que estuvo a punto de tener un grave altercado con un árbitro en su país: "Fue por su manifiesta mala intención: nos mostró seis tarjetas amarillas en cinco minutos para intimidarnos, y la prueba está en que luego fue sancionado por un año". También afirmó que siempre procura ser sincero dentro y fuera del campo. Ayer, al menos, dio la primera prueba de ello: "El remate de Michel en el Mundial, en el partido Brasil-España, fue un gol claro".

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