Ludmila Semdyakina,

una estudiante de ingeniería del ferrocaril, ha ganado el primer concurso de belleza celebrado en Irkutsk, en el corazón de Síberia, en la URSS. Diez mil chicas se presentaron a esta prueba, convocada por primera vez en la historia del socialismo soviético. Para diferenciarse de los concursos occidentales, las participantes debían reunir, además de juventud y buenas proporciones, cualquier habilidad deportiva, condiciones para el baile y sólidas bases para la "desenvoltura social". El jurado dejó muy claro que había rechazado antes de decidir el "prototipo de belleza de discoteca" y, en su lugar, se habían tenido en cuenta otras cualidades de la ganadora: su facilidad para la gimnasia rítmica y el baile y su condición de no fumadora. Como conclusión edificante, el períódico Sovietskaya Rossiya, que se hizo eco del evento, apuntó: "Ser atractiva no depende sólo de la naturaleza, sino que también es el resultado de esfuerzos personales".