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LA MUERTE DE UN 'ETARRA' HISTÓRICO

El final de una leyenda

"Nos hemos quedado huérfanos", afirman personas vinculadas a los 'abertzales' vascos en Francia

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ENVIADO ESPECIAL, Un interlocutor cercano a ETA Militar (ETAm) valora la muerte de Domingo Iturbe Abasolo, Txomin, en los términos que siguen: "En el mundo abertzale hemos quedado huérfanos; la lucha continúa, naturalmente, pero ya nada será igual, porque él era el pivote mítico de la liberación de Euskadi, todo giraba de una cierta manera en torno a su leyenda, en torno al mito en que ya se había convertido".

En relación con el accidente que le ha costado la vida se consideran completamente absurdas las suposiciones que hacen a Txomin víctima de la organización; al regreso ahora de Argelia, su esposa dijo que durante las últimas Navidades había viajado a este país con los dos hijos del matrimonio y que ya habían sufrido un accidente leve viajando en coche con el mismo chófer.Las mismas fuentes señalan que "la muerte de Txomin no afecta en nada la estructura de la organización; desde hace meses ya no estaba aquí y todo se hacía sin él. Qué duda cabe que, en un momento dado, se percibió una ligera desorientación, porque no fue sólo la expulsión de Txomin, sino la de Eugenio Etcheveste, Antxon, la de Aramburu y otros responsables o militantes de importancia que han sido deportados o entregados a la policía española. Pero existen otros equipos perfectamente formados; ya se ha visto, y ya lo verán quienes aún no se hayan enterado".

Sobre el tema de la "eventual negociación" lesionada como consecuencia de la desaparición del que fuera líder carismático de ETA Militar, una fuente cercana a la organización es rotunda: "Eso sólo es un invento de la policía española, mimetizado por la Prensa con los Ojos cerrados, y según el cual Txomin era el negociador y el bueno, y los demás, los malos, o los marxistas-leninistas. Todo esto es falso. Txomin nunca se expresó en su nombre, sino en el de ETA, y siempre hablaba de la paz para Euskadi a partir de una negociación en base a la alternativa KAS. Pues bien, todo sigue exactamente igual".

"Iba a lo esencial"

La leyenda que ha dejado la estela de un Txomin "dialogante", frente a compañeros suyos cerrados a todo diálogo, la rechazan quienes le conocieron a él y, de algún modo, han frecuentado a los demás responsables de la organización armada. Un abertzale residente en Francia dice: "Lo que ocurría es que Txomin era el hombre de la tierra vasca, caluroso, alto, guapo, que también cuenta, modesto, enternecedor cuando se confiaba. Y además él iba a lo esencial, es decir, lo de las ideologías más o menos brumosas no le interesaba".

Con frecuencia se le enfrentaba a Antxon, el que fue representante de la dirección colegial durante un tiempo, hasta que fue expulsado a Panamá. Si en una reunión surgía el tema ideológico, Txomin solía recomendar bromeando: "Oye, tú, esas cuestiones con Antxon; yo tengo otras cosas que hacer".

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En enero de 1984, en una larga conversación en la ciudad de Tours, donde estaba confinado, Txomin precisaba a este enviado especial, a propósito del cacareado enfrentamiento con Antxon, que ocupaba en aquel momento el puesto de portavoz de la dirección: "Mire usted, es cierto, y a qué negarlo, que yo tengo un cierto ascendiente sobre los militantes, y que si yo les digo ahora mismo: 'Venga, a cerrar los ojos todos y derechos contra esa pared', pues todos me siguen; ahora bien, no existe ni una sombra de problema entre Antxon y yo; la organización está por encima de todos, y yo no tengo por qué hablar en su nombre, salvo que se me autorice". "A ver si nos queremos enterar de una vez", prosiguió, "la cuestión vasca no es Antxon, ni Txomin, ni las expulsiones a Panamá o a otros lugares; todo es más simple y más complejo; quiero decir que la cuestión vasca es un problema político y no policial".

De ahí emanan las afirmaciones de los últimos días, según las cuales "la dirección de ETA va a caer en manos de marxistas-leninistas, negados a todo diálogo". Uno de los interlocutores de este diario dice: "En primer lugar habría que recordar que Txomin siempre aprobó todas las decisiones de ETA, incluso las más duras; y nosotros no somos marxistas, sino vascos; que cada uno en particular pueda pensar a su gusto, pues claro que sí, pero nuestras reuniones son para hablar del País Vasco, y no de marxismo".

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