Dos muertos, y cientos de pueblos incomunicados por el mal tiempo

Las bajas temperaturas dominantes en toda la Península durante el día de ayer y la nieve acumulada del día anterior y la madrugada agravaron la situación en amplias zonas del norte de España, especialmente en Asturias y Cantabria, donde han vuelto a quedar incomunicados numerosos pueblos y aldeas. Veinte accidentes de circulación, con dos víctimas mortales y 10 heridos, se produjeron ayer en las carreteras catalanas a causa del hielo y la nieve.

El accidente más grave se produjo a las siete de la mañana en la carretera N-2, a su paso por Sant Pol de Mar, en una colisión múltiple a causa del hielo. En este accidente falleció Antonio Oliván Aguilera, de 30 años, arrollado por un coche después de haber salido ileso de un accidente zanterior, informa Efe. El otro accidente mortal se produjo hacia las seis de la madrugada de ayer en la comarcal 251, en Villaba de Saserra, al salirse de la calzada y chocar contra un árbol el vehículo que conducía Fructuoso Alfaro Arrabal, de 29 años de edad.La circulación siguió ofreciendo dificultades en el Norte y la meseta, con puertos y tramos de carretera que exigían el uso de cadenas para la circulación de vehículos. Del orden de 300 pueblos asturianos -informa Javier Cuartas- permanecen incomunicados por la nieve, que en algunos casos supera los 15 centímetros de altura. Ayer se encontraban cerrados ocho puertos de montaña (El Palo, Ventana, Somiedo, Arnicio, Tarna, San Isidro, Connio y La Cubilla) y con cadenas el resto. Sólo la autopista del Huerna permite el tránsito a la meseta sin dificultad. Las previsiones meteorológicas no prevén ninguna mejoría antes del próximo domingo.

En Cantabria -Informa Jesús Delgado- cientos de pueblos habitados por unas 50.000 personas se hallan, otra vez, incomunicados a causa del segundo temporal del invierno. Incomunicada Cantabria por el interior durante la mayor parte de la jornada, la circulación hacia Madrid fue desviada a través de Vizcaya y del puerto de Los Tornos.

El temporal de nieve no colapsó las vías de comunicación del País Vasco, aunque obligó a un tráfico por vía terrestre extremadamente cauto.