Carlos Puyol

Se considera hijo de la posguerra y marcado por el nacionalcatolicismo español "cuando ser protestante suponía ser un héroe". Carlos Puyol, un aragonés de 48 años, casado y con un hijo de 18, ha sido elegido nuevo presidente de la Unión de Iglesias Cristianas Adventistas del Séptimo Día, una de las iglesias protestantes que, con 6.000 comulgantes y 15.000 protesantes, ha experimentado un mayor avance en España.

Carlos Puyol, uno de tantos españoles que tuvo que defenderse de la fe de la mayoría, piensa que la sociedad española ha avanzado mucho en la apertura al hecho plural religioso, "aunque si se profundizara", dice, "probablemente se descubriría que se mantienen reductos de aquel clima hostil y que se conservan las imágenes contrarias a lo que suponga no ser católico que se fueron fijando durante muchos años"."Ahora lo que más nos preocupa es mantener la identidad de nuestra feligresía y dar testimonio de evangelización en una sociedad cada vez más secularizada y más agnóstica, en la que se ha firmado el acta de defunción de Dios", expresa Puyol, quien añade que es también tarea de los adventistas en estos momentos emprender otras campanas sociales contra la droga, contra el tabaquismo, etcétera.

Bautismo

"Mi madre era católica (aunque más tarde se pasó al adventismo), y mi padre, agnóstico. Fui bautizado en el catolicismo nada más nacer, pero a los 12 años entré en la fe adventista de la mano de un hermano mío, seis años mayor que yo". Carlos Puyol se siente orgulloso de su hijo."Espero que este año decida bautizarse en el adventismo. Como usted seguramente sabe, en la Iglesia Adventista el bautismo se pide libremente una vez que se han superado los 12 años".

"Mi padre no quería que fuera a la iglesia -ni católica, ni adventista- y me encerraba en casa", comenta Puyol. "Yo me escapaba por la ventana. Viví la experiencia de ser diferente en la escuela, en el colegio y en el trabajo. Tuve dificultades con sacerdotes católicos que me tiraban de las orejas precisamente por no ser católico", afirma el presidente de la Unión de Iglesias Adventistas. El pastor Puyol, licenciado en Teología, ex director del colegio adventista de Sagunto, compatibiliza su servicio religioso con la preparación en la universidad Autónoma de Madrid de su tesis doctoral sobre la Inquisición española. Dice que con este trabajo no ha hecho más que seguir su vocación de aficionado a la historia. "Además, tuve la suerte de contar con la ayuda del profesor Joaquín Pérez Villanueva, experto en historia inquisitorial". "No persigo ningún intento morboso de denunciar un hecho histórico ya pasado", añade. "Me interesa este tema, que se ha centrado en el proceso a las monjas de San Plácido de Madrid, porque los estudios inquisitoriales constituyen una sonda maravillosa para conocer el Siglo de Oro español". Una de las conclusiones más claras a las que ha llegado, sin embargo, Carlos Puyol en esta tesis es que la Inquisición era un tribunal religioso en toda regla, "la última palabra la tenía el Papa. El estudio de los casos concretos nos permite saber cómo reaccionó la sociedad ante una institución".