El PS francés, unido pese al conflicto de candidaturas para las presidenciales
El Partido Socialista (PS) ha dispuesto, ya su orden de batalla para las elecciones presidenciales, que polarizan la atención de toda la clase política francesa a pesar de que falta todavía más de un año para su celebración. El comité directivo del PS, reunido el sábado y la madrugada del domingo, consiguió redactar una moción de síntesis que garantiza la unidad del partido hasta que se resuelva el conflicto interno creado en torno a la candidatura para la presidencia de la República.Entre el actual presidente, François Mitterrand, y el ex ministro Michel Rocard, el Partido Socialista no ha elegido todavía quién va a ser su candidato a la presidencia en 1988. Pero el diseño de la estrategia permite pensar que si Mitterrand quiere seguir, tendrá al partido detrás, y con él a un Rocard resignado, y que si Mitterrand se retira, las mejores cartas quedarán en manos de Michel Rocard, apoyado también, a pesar de todo, por el conjunto del partido.
La voluntad de la corriente mayoritaria, la mitterrandista, de solicitar un nuevo mandato para el actual presidente de la República se enfrenta, dentro del Partido Socialista, con los partidarios del ex ministro Michel Rocard, que preferirían ver a François Mitterrand retirado en su casa de campo escribiendo sus memorias.
La fusión de las corrientes a (miterrandistas y b (partidarios de Pierre Mauroy), hace escasamente una semana, ha reforzado el núcleo de la mayoría que apoya al actual presidente. Este núcleo deseaba expresar, en la moción del comité directivo redactada ayer, su deseo de un nuevo mandato para Mitterrand. No obstante, el actual presidente prefiere aplazar su decisión hasta apurar todos los límites, y sigue diciendo que "nada le indica" que tenga que volver a presentarse.
Amenaza velada
Michel Rocard, en cambio, dejaba entrever la amenaza de presentarse por su cuenta y riesgo en caso de que el Partido Socialista tomara una posición previa al congreso en el que se designará al candidato, cuya fecha de celebración todavía no ha sido fijada.Finalmente se llegó a una moción de síntesis, que deja la resolución del contencioso en manos de los mecanismos normales de designación. Esto significa también que el congreso extraordinario del Partido Socialista, que se celebrará en Lille en abril próximo, estará dedicado íntegramente a la preparación del programa y de la estrategia para las presidenciales, pero no directamente a la lucha por la nominación. Significa, además, que los socialistas tendrán un único candidato ya en la primera vuelta, y que no se romperá la disciplina de partido.
La moción ha soslayado también la discusión sobre la disolución de la Asamblea Nacional después de las presidenciales, cuestión que preocupa especialmente al ala izquierda de los socialistas.
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