Veinticuatro países compiten en el Festival de Montecarlo con los mejores programas
Mañana comienza en Montecarlo la 27 edición del Festival Internacional de Televisión, que abre su competición a las secciones de programas de ficción e informativos. Se trata del certamen más antiguo y prestigioso de Europa. Participan 24 países, que pujarán para obtener las ninfas de oro que se conceden a la mejor obra en las dos secciones a concurso. TVE presenta un capítulo de la serie Turno de oficio, un reportaje sobre el parricidio de Ondara y un informe sobre el Opus Dei.
Paralelamente se desarrollará, entre los días 9 y 14, el mercado dedicado al cine, el vídeo y la televisión. Estas dos manifestaciones convierten a la cita monegasca en una de las más importantes del año para los profesionales y directivos del sector audiovisual. Las ninfas de plata premiarán, respectivamente, la calidad de las imágenes en los informativos, la calidad periodística ide los reportajes y el mejor guión, realización, interpretación masculina y femenina en creaciones de ficción. Este certamen es el más antiguo y prestigioso de cuantos se realizan en el ámbito europeo.Televisión Española presenta en los programas dramáticos el capítulo Caballo colorado, de la serie Turno de oficio, y en los reportajes de actualidad, Ondara: historia de un parricidio (de 17 mínutos de duración) y Bancus Dei (de 35). En el jurado de reportajes de actualidad España estará representada por la periodista Rosa María Calaf, corresponsal de TVE en Nueva York.
Alternativamente se celebra el Mercado Internacional del Cine, el Vídeo y la Televisión, una manifestación que llega a su novena edición y que, bajo un carácter selectivo se consolida con el paso del tiempo como lugar de asistencia obligatoria para las grandes empresas.
La pugna entre las distintas ferias por atraer a los compradores y vendedores del inundo se ha saldado recientemente al adquirir la compañía británica TVS la firma MIDEM, que organizaba el MIP-TV y el MIPCOM en Cannes. La TVS, en otra operación financiera, se hizo con la casa que controlaba a su vez un importante certamen, el London Market, con la intención de suprimirlo y fortalecer así los de sede francesa.
La lógica de estas idas y venidas de dinero es bastante simple. Los ejecutivos del sector no pueden desperdigarse anualmente por muchos mercados. La voz de la razón indica que lo más apropíado sería la existencia de dos grandes citas, una en la primavera y otra en el otoño. Las multinacionales norteamericanas han manifestado su deseo continuado de enviar su mejor catálogo a la celebrada en octubre.
