El enfrentamiento del vicepresidente Castedo con el doctor lbañez oscureció la presentación de Luis
El enfrentamiento entre el vicepresidente primero del Atlético de Madrid, Javier Castedo, y el jefe de los servicios médicos del club, Enrique Ibáñez, oscureció ayer la presentación de Luis Aragonés al frente del equipo. Castedo ha presentado su dimisión y ha pedido también la del doctor Ibáñez. El presidente, Vicente Calderón, no ha aceptado ninguna "hasta analizar la situación". Mientras Luis dirigía su primer entrenamiento, el doctor Ibáñez lanzó un reto a Castedo: "Él es un aricionado; yo, un profesional. Y sólo dimiten los aficionados. Si quiere, que pida la rescisión de mi contrato".
Vicente Calderón presidió en el estadio que lleva su nombre el acto de presentación de Luis Aragonés, al que no asistió el vicepresidente primero, Javier Castedo. Tras los tópicos de rigor en la cortas palabras del presidente a los jugadores, toda la escenografía que envuelve últimamente al club rojiblanco pareció recobrar su pulso habitual después de seis meses de confusiones, intrigas, malos resultados deportivos y destituciones de dos entrenadores, Vicente Miera y Jesús Martínez Jayo, si bien éste continúa como segundo de Luis.Este pulso normal puede resumirse en varios puntos. Mientras Jayo se hacía cargo otra vez de los balones que iban a utilizarse y Luis reunía a sus jugadores y les daba su primera charla psicológica, Calderón improvisaba una conferencia informativa en la que, entre otras cosas, dijo: "El Atlético ha ampliado el negociado de líos y barullos"; "aquí no admito dimisiones de nadie, porque esta junta está con carácter interino"; "estoy triste porque, por una cuestión de forma, se ha suscitado un enfrentamiento entre el vicepresidente y el jefe de los servicios médicos del club; voy a hablar con ellos estos días y a tratar de reconducir la situación"; "no voy a hacer público aún si me presentaré a las elecciones, pero, si lo hago, está claro que hay que dar más de un puñetazo en la mesa"; "sí, ya sé que he dicho esto varias veces, pero como estamos interinos..."; "en este club el café siempre es amargo"; "el día que se muera el Atlético será una tragedia para el periodismo"; "no me mencionéis la palabra irreversible, que eso es como hablar de la soga en casa del ahorcado".
La jornada rojiblanca continuó con la versión del doctor Ibáñez respecto a la petición de su destitución hecha por el vicepresidente del club: "Voy de sorpresa en sorpresa. La primera fue enterarme de que el señor Castedo afirmara que Luis tuvo que abandonar el banquillo porque su enfermedad era irreversible y que había un informe médico que así lo justificaba. Y la segunda me la he encontrado hoy, al enterarme de su petición a la junta. Si por decir la verdad tengo que dimitir, es obvio que no voy a hacerlo. No existe ningún informe sobre la enfermedad de Luis y la ciclotimia que sufrió fue, naturalmente, reversible".
Prevención médica
Enrique Ibáñez expuso: "Médicamente, una ciclotimia -alteraciones periódicas del humor- surge, desaparece y es recuperable. No, yo no puedo afirmar que no vuelva a recaer, pero, como médico de Luis, estoy prevenido por si en algún momento reaparecen los síntornas".Castedo matizó ayer: "Yo he pedido la destitución del doctor Ibáñez, el rompimiento de su contrato. Este club no debe tolerar, por principio de autoridad, que un empleado, por una cuestión semántica, esté desautorizando al vicepresidente, cuando el pasado domingo ya intenté aclararle la situación. No hay un informe escrito sobre la enfermedad de Luis, pero sí lo hubo verbal, costumbre del doctor Ibáñez en este club".
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