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GENTE

Lucio E.,

vecino de Andosilla (Navarra), tiene un extraño concepto de la Constitución. Lucio fue sorprendido por la Guardia Civil en un bar de chicas de Olite, el Bellavista. Los civiles le advirtieron que tendría que comparecer ante el juez como testigo de que en aquel bar "se practicaba la prostitución", y Lucio E. se mostró de acuerdo. Sin embargo, el pasado viernes, durante el juicio, el declarante matizó sus palabras al juez: "mire, yo, en realidad, no dije que en aquel local se practicara la prostitución, sino la Constitución". El fiscal, interesado, requirió entonces más detalles sobre cómo se podía ejercer la carta magna en el Bellavista, a lo que el testigo contestó que no lo sabía.

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