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Ángel Galíndez advierte sobre el efecto de la edad en la gestión de los directivos bancarios

Los mayores riesgos a los que se enfrentan las instituciones financieras en sus órganos de gestión se refieren a la edad de sus directivos y al tiempo de permanencia de los mismos, declaró el presidente saliente del Banco de Vizcaya, Ángel Galíndez, en su intervención de despedida. Para Galíndez, "los cambios frecuentes son malos, y las permanencias largas, en las circunstancias actuales, también".

El Banco de Vizcaya obtuvo en 1986 unos beneficios antes de impuestos de 24.099 millones de pesetas, después de dotar a provisiones y amortizaciones 36.000 millones de pesetas. El dividendo por acción descenderá a 285 pesetas. El nuevo presidente del banco, Pedro Toledo, hasta ahora vicepresidente y consejero delegado, puso especial interés en explicar cómo se ha mejorado el margen financiero del banco en 1986, gracias a la baja general del tipo de interés, que afectó más a los costes financieros que a los ingresos, y al aumento de la demanda de crédito interno de empresas y particulares. La inversión crediticia aumentó por encima del 15% en el ejercicio, y una parte importante de ella se debió a la transformación de deuda en divisas por deuda en pesetas.El crecimiento de los recursos generados por el banco en el ejercicio se duplica al transformarse en beneficios antes de impuestos como consecuencia de un incremento mucho menor de las provisiones y amortizaciones realizadas durante el ejercicio pasado. Las amortizaciones son inferiores a las de 1985 en 1.000 millones, al no poderse aplicar ya las ventajas proporcionadas por el decreto Boyer de 1984. Por lo que se refiere a las provisiones, las realizadas para cubrir el riesgo interno han sido la mitad que en 1985, ya que "las empresas están ganando mucho dinero y los riesgos de insolvencia y fallidos continúan descendiendo".

Las provisiones para hacer frente al riesgo-país son las que más han crecido en 1986, con 17.000 millones de pesetas, al tiempo que el Banco de Vizcaya ha iniciado un proceso de venta, con pérdidas, de una parte de los activos contraídos con países en dificultades. El riesgo total antes de provisiones del Vizcaya se sitúa en 225 millones de dólares.

El 26% del capital del Banco de Vizcaya está en manos de inversores extranjeros institucionales, no de grandes inversores privados exteriores, como enfatizó el nuevo presidente del banco. El grupo financiero del Banco de Vizcaya generó unos recursos totales de 98.601 millones, con un crecimiento del 28%, siendo sus beneficios antes de impuestos de 31.572 millones, con un incremento del 48,5%.

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