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Norberto Dotor

Un galerista de vanguardia en un pueblo de La Mancha

Soltero por convicción y de 38 años de edad, Norberto Dotor es, desde hace poco más de una década, uno de los pocos galeristas que han logrado sobrevivir con una galería de arte contemporáneo en una población de menos de 10.000 habitantes, Almagro, en plena Mancha, y hacerlo además con dignidad: por ella han pasado los mejores pintores españoles contemporáneos, y Norberto Dotor puede enorgullecerse, además, de haber "descubierto" a Miquel Barceló. Dotor inauguró ayer en Madrid una nueva sala.

Técnico de empresas turísticas, aunque apenas si haya ejercido como tal, nada más terminar la carrera, hace 12 años, decidió montar en su pueblo una galería de arte contemporáneo. Sus objetivos iniciales fueron exhibir el arte más militante y dar a conocer a los artistas manchegos del momento. Pero en 1977 opta por enfocar su trabajo hacia aquellos artistas jóvenes que desarrollan propuestas plásticas novedosas, sin tener en cuenta nacionalidad o región de origen. "A mí lo que me apasiona", afirma, "no es realizar una transacción comercial favorable y ganar un dinero, sino prestarles mi apoyo a artistas que todavía no tienen un nombre pero en cuya obra se aprecian signos de rigor y seriedad".Decidido a eludir la comercialidad inmediata, en sus primeros tiempos como galerista tuvo que recurrir a la ayuda familiar para afrontar las dificultades económicas por falta de demanda. Actualmente, según confiesa, la galería de Almagro se mantiene sola, aunque sin demasiado desahogo. Dotor ha venido realizando durante estos años muestras individuales y colectivas de artistas como Bellotti, Jaume Plensa, James Brown o Nino Logonbardi, por citar tan sólo a algunos de ellos. De su olfato como descubridor de jóvenes talentos da constancia el hecho de que fuese él precisamente el único expositor en presentar en Arco 83 cuadros de un entonces pintor desconocido, hoy consagrado internacionalmente: Miquel Barceló.

Los habitantes de Almagro en general, han reaccionado ante sus exposiciones con sor presa e incluso con indignación. "En varias ocasiones he tenido que soportar actos de total in transigencia. Han llegado a tirarme piedras e incluso a colarse por la noche en el local a descolgar los lienzos. Supongo que les resulta un lenguaie demasiado nuevo o que tal vez ni piensen que se trata de un lenguaje. Pero, por contraste, también conviene decir que siempre he recibido el respaldo de grupos minoritarios", puntualiza.

"Galerías como la mía de Almagro", afirma, "funcionan con la mayor dignidad en países como Alemania, por ejemplo. Para que eso mismo sucediera aquí sería necesario no sólo el interés de organismos públicos, cosa que en mi Comunidad es inexistente, sino el de empresas privadas que inviertan en arte contemporáneo por prestígio y porque, en definitiva, se trata de un negocio rentable".

La nueva sala que Norberto Dotor abre en Madrid pretende, dar mayor relieve y complemento al trabajo que ha venido realizando en su tierra. "Mi intención es organizar exhibiciones de creadores inéditos españoles y centroeuropeos". "Me traslado a esta ciudad no tanto por comodidad, que sería mayor en un pueblo, como por tener un contacto permanente y apresurado con las nuevas tendencias y, especialmente, para promocionar con mayor rapidez y facilidad a los seis artistas a los que actualmente represento".

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