_
_
_
_

Rudd Gullit, el sucesor de Cruyff

Real Madrid y Milán se interesan por el futbolista holandés de moda

Su aspecto fisico llama la atención. Es imposible que pueda pasar inadvertido, y rápidamente se establece una comparación entre él y el desaparecido cantante Bob Marley. Pero, a pesar de que le gusta la música, se dedica a dar conciertos con los pies a base de acariciar a veces y golpear otras una cosa tan simple como un balón.Es uno de los futbolistas europeos de moda, y a sus 24 años, Rudd Gullit, un holandés muy peculiar, al que muchos consideran sucesor del mítico Johan Cruyff, es pretendido por el Milán y el Real Madrid.

El Ajax, el club más poderoso de Holanda junto al Feyenoord, ni se cáteró de las travesuras de un chaval de piel morena y cabello negro con el balón. Nacido en Amsterdam, de madre holandesa y padre nativo de Surinam, Gullit comenzó a destacar como futbolista en el modesto Haarlem. Leo Beenhakker, actual entrenador del Real Madrid, ya se fijó en él cuando tenía 15 años y ahora calibra las posibilidades de llevárselo a la fábrica blanca para sustituir al argentino Jorge Valdano.

El viaje de Beenhakker

Beenhakker viajó el miércoles a Barcelona, quizá para tantear la situación, aunque oficialmente sólo fue para saludar a sus ex jugadores.Ese mismo miércoles, los socios madridistas, cuando vieron cómo desbordaba a Arteche tras reponerse de un primer golpe del libre español que trataba de impedir su desinarque y cabeceaba impecablemente el balón a la red de Zubizarreta, entendieron el interés de su club por Gullit. Pero también recordaron que los jugadores de tez morena jamás se adaptaron al Real Madrid por una extraña maldición que nada tiene que ver con el racismo.

El Madrid tendrá competencia si quiere buscar a Gullit. El Milán del magnate de la televisión Silvio Berlusconi también suspira por el holandés de pelo largo y los periodistas italianos aseguran que ya ha pasado reconocimiento médico por el club milanés. Gullit, mientras tanto, se limita a dar respuestas evasivas. "Todo es fantástico, pero hasta final de temporada no tomaré una decisión", dice con su habitual simpatía.

Gullit tiene muy claro que abandonará Holanda junto a su compañera, porque el PSV Eindhoven, su actual equipo, se le ha quedado pequeño. Asimismo, es consciente de que le falta el es paldarazo definitivo para consagrarse como una de las figuras del fútbol mundial: "Me falta experiencia internacional, como a la mayoría de mis compañeros, aunque estamos trabajando para conseguir una buena selección de cara a la Eurocopa de 1988".

A Gullit le da igual jugar en su nuevo equipo de libero, centrocampista o delantero. Su calidad le permite adaptarse a cualquier puesto y desenvolverse por cualquier zona del campo. Él prefiere la primera posición pero le sobran cualidades y asegura que la fuerza no le faltará mientras tenga los cabellos largos: "Soy como Sansón".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_