Los estatutos que debatirá AP en su congreso adjudican al secretario general la organización interna
El proyecto de nuevos estatutos de Alianza Popular, elaborado por el presidente de la comisión encargada al efecto, Félix Pastor, y que será discutido en el próximo congreso extraordinario del partido, trata de mantener la estructura presidencialista de AP, aunque repartiendo las cuestiones externas para el presidente y las internas para el secretario general, intentándose facilitar una división objetiva del poder. Sin embargo, la introducción de unos nuevos estatutos en AP choca, como primera dificultad, con la oposición cerrada de un grupo dirigente del partido, encabezado por el vicepresidente Fernando Suárez, quien, según opinión mayoritaria de los aliancistas, quiere configurarse como una posible tercera vía en el caso de que se plantee una batalla frontal entre Antonio Hernández Mancha y Miguel Herrero de Miñón.
La reunión de la junta directiva nacional de AP, celebrada el pasado viernes y dedicada al debate del proyecto de estatutos, concluyó, en frase de un asistente, como el rosario de la aurora", al plantearse la discusión previa -que consumió buena parte de la reunión- de si el congreso extraordinario, previsto para los días 7 y 8 de febrero, debe o no reformar los estatutos, cuando, en anteriores encuentros de la directiva pareció quedar claro que deben elaborarse unos estatutos nuevos. Medios próximos a Fernando Suárez señalaron que " parece cosa de risa" elaborar unos estatutos para que dos personas lleguen a un acuerdo, cuando debería ser al revés.En efecto, el texto elaborado por Félix Pastor y su equipo, y que este fin de semana comenzó a ser enviado a la militancia aliancista, prevé (artículo 41) que el congreso "elegirá entre los afiliados al presidente nacional y secretario general en candidatura conjunta, con arreglo a un sistema de voto mayoritario a una vuelta o a dos o más vueltas, cuando las candidaturas sean más de dos". Este artículo parece destinado a favorecer un acuerdo entre candidatos diferentes, como es actualmente el caso de Hernández Mancha, líder del partido en Andalucía, y Herrero, actual hombre fuerte del partido.
El artículo 50 del proyecto de estatutos, al que tuvo acceso EL PAÍS, dice que el presidente nacional ostenta la representación legal y política del partido; preside los actos oficiales, la junta directiva y el comité ejecutivo nacional y su permanente; vela por el cumplimiento de los acuerdos del congreso y es competente para convocar reuniones conjuntas de los órganos nacionales del Partido Unido de Alianza Popular y de la federación de Alianza Popular. Igualmente coordina la acción política del partido en su vida externa, así como el conjunto de actividades públicas encaminadas a la consecución de los fines de AP".
El intento de repartir las funciones dirigentes en AP se completa en el artículo 56, que indica que "el secretario general es el máximo responsable del partido en su vida interna, organiza sus actividades velando por su buena marcha, por la coordinación de sus órganos y por el funcionamiento de las organizaciones territoriales. Dirige la acción de los secretarios generales adjuntos, los secretarios de área y de la oficina central del partido; dirigirala organización administrativa y económico-financiera del partido y establecerá las normas internas para su funcionamiento".
El artículo 48 mantiene el sistema de listas abiertas en la elección de 30 miembros de la comisión ejecutiva, y prevé que AP contará con cuatro vicepresidentes y tres secretarios generales adjuntos, como en la actualidad.
Esta minuciosa regulación queda, no obstante, "abierta", según indicó este fin de semana Pastor, en espera de cualquier acuerdo a que puedan llegar los dos principales contendientes en la carrera hacia la sucesión de Fraga. Ello hace prever que el período precongresual, ya formalmente abierto, será pródigo en presentaciones de enmiendas y en negociaciones de pasillos de las normas estatutarias, lo que convierte el texto de Félix Pastor en casi un mero borrador previo. El 6 de febrero, víspera del comienzo del congreso, tendrá lugar en la sede nacional de AP un debate entre la ponencia elaboradora del proyecto de reforma de los estatutos y la totalidad de los enmendantes o representantes designados a este efecto por las juntas provinciales.
Pese al cuidado mostrado por los redactores del proyecto de nuevos estatutos, destinados a modificar los elaborados en el VII Congreso de AP, de febrero de 1986, por el actual secretario general, Alberto Ruiz Gallardón, las expectativas de que pueda lograrse una lista única de consenso son pesimistas. Así lo señalaron varios asistentes a la reunión de la junta directiva del pasado viernes, en la que Suárez planteó una batalla especialmente dura contra la modificación de los estatutos. La posición crítica de Suárez, que rechazó acudir a la cumbre de notables de AP celebrada la pasada semana en el domicilio de Carlos Robles Piquer ' se debe, según la mayor parte de. las interpretaciones que circulan por el cuartel general aliancista, a su deseo de constituirse en tercera vía en la lucha por el poder, en el caso de que Hernández Mancha y Herrero no lleguen a una lista de consenso.
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